El mito que hoy os voy a relatar es uno de los primeros de la mitología griega que conocí y también uno que me recuerda viejos tiempos… Pero no quiero aburriros con mis divagaciones, que para eso ya tengo el blog de Rincón Revuelto, así que empezamos con:
Orfeo era hijo de Apolo y Calíope (musa de la poesía épica y la elocuencia).
Orfeo era especialmente hábil con su lira, pues cuando la tocaba los hombres se reunían para escucharle y las fieras se amansaban. Pero no sólo eso, se decía también que su melodía era capaz de mover árboles y rocas y detener los ríos en su curso.
Se dice también que fue el canto de la lira de Orfeo, que dicho sea de paso fue un presente de Apolo fabricado por Hermes con el caparazón de una tortuga, lo que hizo que la bella Eurídice, hija de una ninfa, se enamorara de él.
El amor de Eurídice y Orfeo se truncó una tarde en la que, una serpiente venenosa mordió en el pie a la bella hija de la ninfa. Según algunas versiones este trágico incidente sucedió cuando Eurídice trataba de escapar del acoso de Aristeo, en otras se nos asegura que esto sucedió cuando paseaba con Orfeo.
Sea como fuere, Eurídice no sobrevivió y Orfeo quedó terriblemente apenado.
Entonó canciones tan tristes a orillas del río Estrimón que las ninfas y dioses que lo escucharon le animaron a descender al Inframundo.
Una vez allí, Orfeo sorteó todos los obstáculos con la ayuda de su lira, la misma que le ayudó a calmar al terrible Cerbero y a ablandar el corazón de Hades y Perséfone, dioses del Inframundo.
Hades y Perséfone pusieron una condición a la salida de Eurídice del Inframundo: iría detrás de Orfeo durante todo el camino, pero él no podría darse la vuelta hasta que estuvieran completamente fuera del reino de Hades.
El camino de vuelta fue especialmente inquietante para Orfeo, quien ardía en deseos de girarse para observar a su amada.
Una vez en la superficie, el ansia de Orfeo le hizo caer en un fatídico error: el sol de la Tierra todavía no había bañado por completo a Eurídice cuando él se giró, y en ese preciso instante, su amada se desvaneció en el aire para siempre.
Según relata Platón, los dioses del Inframundo consideraron cobarde a Orfeo, pues en vez de morir para reencontrarse con Eurídice, se vale de su música para llegar allí. Por este motivo, el filósofo griego nos asegura que solo le presentaron a una aparición de su amada.
El final de esta historia es tan bello como triste: Orfeo trató de volver a penetrar en el Inframundo, pero el barquero Caronte no se lo permitió, así que se retiró a los montes Hemo y Ródope, donde rechazó cualquier relación durante tres años.
Seguía cantando con su lira, cuando un día unas bacantes lo descubrieron allí y, sintiéndose despreciadas por él, lo asesinaron y despedazaron. Sus restos y su lira los arrojaron al río Hebro, de ahí llegaron al mar y , más tarde a la isla Lesbos, donde una serpiente quiso comerse su cabeza, pero su padre, Apolo, la transformó en roca.
Dionisio castigó a las bacantes transformándolas en árboles. Mientras el alma de Orfeo se reencontró con Eurídice en el Inframundo y desde entonces son inseparables.
En otras versiones se cuenta que el asesinato de Orfeo fue provocado por su desprecio hacia el culto de Dionisio y adoración a Apolo, por lo que el dios del vino mandó a las ménades a despedazarlo, pero unas ninfas enterraron sus restos cerca del Olimpo y Zeus colocó su lira entre las constelaciones.
En las versiones recogidas por Pausanias se nos dice que Orfeo se suicidó después de no haber podido sacar a Eurídice del Inframundo.
Según Platón, Orfeo fue condenado por los dioses a morir a manos de mujeres por no haber sido capaz de morir por amor.
Como todos los mitos, este mito tiene varias versiones, y todas eran útiles como enseñanza en aquel entonces. Hoy por hoy nos muestran las creencias y tradiciones de la época y puede que, en ocasiones, también nos sirva como símil para explicar algún hecho e incluso como enseñanza.
By Chari
HOla vampirillas. Esta entrada me ha gustado especialmente ya que yo misma gané un premio de poesía con una historia sobre ellos. Otra de las versiones, dicen que Orfeo no miró hacia atrás, sino que se volvió para tender la mano a su amada Eurídice y así ayudarla a salir a la superficie. Los dioses entendieron con esto que viola las reglas impuestas y por supuesto, se desvaneció. i love u girls
ResponderEliminarGracias por tu aportación, ya que ese dato no lo había encontrado en ningún sitio.
ResponderEliminarBesos :)
me gusto mucho xD la mitología griga en si me gusta..
ResponderEliminarconocia este mito pero no recordaba de qienes eran, ahora ya lo se :)
besos