Promiscuidad / Fanfic - Cap 2

Si te ofende el vocabulario que se maneja a continuación… me vale hahaha, no ya hablando en serio. Si no eres mayor de 18 años y/o te impresionas fácilmente mejor no lo leas. Esto va  dedicado para el Fandom Latino amantes del Lemmon y obvio la súper autora original, Girl you rock!

Aclaración:

Esta es una historia de amor, obviamente encontrarás situaciones muy calientes, su titulo lo dice todo... pero no se trata solo de sexo, los personajes irán evolucionando a medida que la historia se vaya desarrollando,  hay situaciones mas tarde que explican el porque de la actitud de sus protagonistas... así que no se asusten.

Recuerden que esto es una Traducción y cuento con la autorización de su Autora.

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Previamente:

Edward

Hice el esfuerzo por moverme, sin embargo fui detenido por el talón de su pie… -Espera… Oh DIOS…- dijo en apenas un susurro, pero rápidamente después me empujó haciéndome salir.

Me sorprendí cuando ella misma removió el condón de mi ya flácido miembro y luego encaminarse al baño para tirarlo.

Pero lo impactante de la noche vino cuando ella volvió al cuarto y le abrí mis brazos para que regresara a la cama conmigo. Ella pareció vacilar por unos momentos pero rápidamente cambió de idea mientras se arrastraba al centro de la cama conmigo. Retiré unos mechones de cabello de su rostro antes de que cayeran en mi pecho.

Angelward: -No tengo palabras…-

Devilward: -¡Mierda, no sé que decir!-

Capitulo 2: Complicaciones

Mas tarde esa noche…

Angelward: -Tu calor se ha ido contigo… Isabella ha muerto…-

Devilward: -Tengo tanto frío…-

Desperté confundido después de tener el mejor y posiblemente el más largo sueño de mi vida, busqué a la preciosa chica de ojos chocolate que me tiré la noche anterior. Mis manos se agitaban como un tonto a ciegas. Finalmente después de darme por vencido abrí mis ojos para encontrar que aún estaba oscuro afuera y que la pálida luz azul proveniente de mi alarma me avisó que apenas eran las once con cinco minutos.

¡JODER!

¡Se fue! ¡Y se fue en la mitad de la noche! Esta era la primera vez que me pasaba. Tenía la firmeza de nunca traer ninguna vagina a mi cama. Era la primera maldita regla. Para ampliar mi autorretrato, yo nunca me encariñaba con alguna conquista pasada. Aunque ciertamente captaron mi interés, porque yo nunca follé un coño que no tuviera un rostro bonito, ninguna me ha cautivado lo suficiente para querer conocerlas mejor. Tenía amigas… que eran mujeres… Está bien eran chicas con las que ya me había liado y que yo frecuentaba simplemente porque era amigo de sus parejas actuales… Además tengo una hermana… Y una madre… Si… OK, ¡yo no hago amistad con las mujeres! Normalmente es ¡Bam Slam Thank you ma'am! (1) Ninguna mujer ha capturado mi interés para estar con ella dos veces.

Entonces ¿Que fue lo que me llevó a traer a casa a esa hermosa chica de ojos chocolate conmigo? Está bien… quiero agregar en mi defensa, que ¡la maldita era demasiado caliente! No estoy seguro si mi descripción le hizo justicia. Talvez mi subconsciente activó algún mecanismo de defensa para no idolatrarla… pero sólo digamos que si Dios hubiera sido mujer… ¡Se habría llamado Isabella! Si bueno, quizá sus imperfecciones y el rollo ese de las bragas ¡ayudaron un poco! ¡Esa es mi excusa y me quedo con ella!

-WOOOOOOOO… HAAAAAAAAA… ¡HAHAHAHAHAHA…! WOOOOOOO…-

Sólo una persona se ríe de esa manera… ¡Emmett! Escuché el sonido que provenía fuera de mi recámara. Digamos que él poseía una manera distintiva de hacer que su risa sonara más bien como una atronadora carcajada jurásica.

Gemí interiormente y pensé en lo desastroso que sería si Isabella estuviera aún por aquí. Entonces me di cuenta de que hoy era miércoles y que habíamos hecho planes para jugar cartas. Emmett se iba a casar este sábado, los viernes eran usualmente nuestros días de juego. Pero ese día haríamos una despedida de soltero de 24 horas debido a su cercana muerte ósea ¡su boda con Rosalie Hale!

Angelward: -Ya la extraño… Emmett y Rosalie serán tan felices juntos…-

Devilward: -Tengo taaanto frío… ¿Le preguntaste al menos su apellido Tontoward? ¡Maldito estúpidoward! ¡Será mejor que salgas y dupliques ese coño! ¡Encuéntrala! ¡Consigue su ADN! ¡Y busca a alguien en Europa para que clone su culo! ¡Mi polla se está enfriando!-

Carajo, estaba confundido… perplejo sería una palabra mejor para mi cerebro de 100 años. Mi mente seguía regresando a ella, como si la comparara con una obra de arte irremplazable. Estaba tan en conflicto conmigo mismo que sentí una pérdida pero al mismo tiempo me sentí aliviado. El hecho de que Isabella abandonara mi cama temprano me hizo agradecer a mi suerte porque quizá no fue un error traerla aquí después de todo. Era egoísta en cierta manera, a una parte mía no le hubiera molestado follarla una vez más, mientras que la otra esperaba que ella olvidara donde vivo.

Tomé una ducha rápida sabiendo que Emmett y Jasper estaban hablando entre ellos y que sin duda al escuchar el agua de la regadera sabrían que me les uniría en el juego pronto.

Salí de mi cuarto con unos pantalones pijama y una vieja remera de *Fonz* (2) y me detuve en seco cuando me dí cuenta de que Isabella se encontraba aún aquí y que estaba sentada en mi redonda mesa de juego disfrutando de un partido con mis chicos.

¿Qué? ¿Carajo?

¡Bueno al parecer mi vida sin duda no resultó como planeaba!

¡La bomba!

La complicación…

Isabella…

Caminé enojado hacia mis amigos, ellos estaban al tanto de mi estilo de vida, sabían que no deben darle falsas esperanzas a esta chica. Iba a dejar que terminara el juego y pedirle que se fuera… Educadamente claro; no quería ser grosero. Y luego iba a reclamarle a mis desgraciados disque amigos. ¡Para qué tener enemigos cuando tienes amigos como éstos!

-¡Ahí está!- reportó Jasper cuando me vio acercarme a la mesa. Isabella se encontraba de espaldas a mí, luego giró su rostro para dedicarme una sonrisa. Joder, ¡se ve impresionante bajo la luz! En el momento en que retornó su atención al juego abrí exageradamente mis ojos entre Emmett y Jasper para tratar de llamar su atención… Incluso agité mis brazos en el aire como retrasado, pero lo único que conseguí fue que Jasper se riera y que Emmett me ignorara y luego ambos se fijaron nuevamente en sus respectivas cartas. ¡HIJOS DE PUTA!

Me quedé de pie paralizado preguntándome que carajo iba a hacer ahora.

-Oye…- Me dijo ella mientras movía su silla para verme mejor, -No te preocupes chico lindo… Una vez que termine esta mano, ¡Me iré de aquí!- Terminó haciendo reír a Jasper y a Emmett gruñir.

Solté un suspiro exasperado; ni siquiera me di cuenta de que contenía la respiración. Me regañé a mi mismo; nunca más… ¡la regla numero uno jamás volverá a ser rota… nunca!

Me acerqué hacia la mesa y tomé asiento entre Isabella y Jasper siendo este el único lugar disponible, estaba frente a Emmett. Eché un vistazo hacia abajo y tenía que haber por lo menos trescientos dólares sobre la mesa. Esto era un juego serio, o Isabella sabía lo que hacía o iba a perder en grande.

- ¡Estoy fuera!- Balbuceó Jasper.

Sonreí porque estaba que echaba humo. Jasper era como la calma después de la tormenta. Tenía un efecto fenomenal tanto en Emmett como en mi; el era el hombre adecuado para hablar después de una discusión. Y nunca, jamás había perdido la paciencia a mi alrededor en los años que llevo conociéndole. Isabella echó la cabeza hacia tras sosteniendo sus cartas contra su pecho y se rió en voz alta. Su risa se esparció al resto de la mesa como una enfermedad infecciosa. Era tan malditamente hermosa y ahora más porque fue bien cogida por el maestro. Noté como Emmett y Jasper la observaban en admiración…

Angelward: se persigna… -Dios ¡perdóname pero no quiero compartir! Ella es mía…-

Devilward: -¡Alejen sus manos de ella pendejos!-

¿Era envidia…? Ella no era mía… Cualquiera de seguro podía darse cuenta.

¿Estaba celoso…? Por que habría de estarlo, no tenía ni planes ni intenciones de verla nuevamente, bueno quizá una vez más…

Isabella interrumpió mis divagaciones. -¡Ahora sólo quedamos tú y yo hermano oso!- Y después golpeó mi antebrazo con su codo… - Oye ¿estas bien Edward?-

-Si… Si…- Le respondí mientras veía como Emmett gruñía y me dedicaba un gesto de rabia.

Regresó su atención a Isabella y después sonrió el muy Hijo de puta… -¡Pago tus veinte Bellita! Vamos Hermanita… ¡Veamos que tienes!-

¿Como mierda la acaba de llamar…? ¿Bellita? ¿Y dijo acaso Hermanita? Observé entre Isabella y Emmett y llegué a la conclusión de que seguramente escuché mal o malinterpreté los sobrenombres cariñosos con lo que se habían bautizado mutuamente. Después de todo hablamos de Emmett ósea el Sr. Amistoso…

Emmett bajó sus cartas a la mesa y las mostró en un gesto muy femenino con la ayuda de sus dedos – Un… Full…- Dijo de manera suave y triunfante.

Isabella se paró de su silla, -Bueno… Pareces que has madurado en tu juego…- Y luego procedió a depositar sus cartas una tras otra mientras las nombraba, -Reina… Joto… Diez… Nueve… Ocho… Y… Todas tienen algo en común…-

Jasper: -¡Escalera de color! ¡Pendejo!-

Emmett se puso de pie de forma abrupta, provocando el caer de su silla y atrayendo nuestra atención. -¿Qué? ¡Carajo! ¡Bella!- Chilló.

Jasper: -Nunca debiste enseñarle a Bella como jugar al Póker.- Dijo mirando a Emmett, -Cada vez que jugamos con ella siempre nos ganó… Creí que tenía un chance… Ha pasado tanto tiempo… pero ahora me doy cuenta que ella sólo se ha vuelto mejor… más segura. Buen juego Bells-. Dijo poniéndose de pie y besando su sien.

-Gracias Jazzy…- Canturreó ella.

¡Estaba asombrado! Incluso me froté los ojos con la parte posterior de mis dedos esperando que al abrirlos me despertara de este sueño… emm pesadilla.

-Bueno chicos… fue divertido-. Escuché decir a Isabella. Abrí mis ojos sólo para darme cuenta de que ella aún seguía aquí… recolectando sus ganancias y organizando los billetes de tal manera que quedaran en la misma dirección, formando una pila ordenada con ellos. -¿Creo que hoy tuve suerte dos veces, a que no?- Dijo esta ultima parte riendo.

Emmett entonces alzó su mirada y me miró fijamente, -Oh si Edward. ¿Disfrutaste desflorando a mi inocente hermanita?- Me preguntó… Y luego procedió a carcajearse después de notar mi expresión de shock.

Jasper: -¡Oh Dios mío mira su cara!- Dijo casi cayéndose de la risa.

Angelward: *Suspirando* -Despierta y anda…  es un nuevo día…-

Devilward: *Gritando y escondiéndose* -¡Despierta Hijo de puta!-

-Relájate Edward- Comenzó Emmett, -Mi hermana es lo suficientemente grande para saber  lo que hace. Lo único que no puedo creer es que la hayas traído aquí… ¿Acaso tu no… Rompiste una de tus reglas o algo así? Me preguntó.

Angelward y Devilward juntos: -¿Pendejoward está despierto?-

Isabella me dedicó una mirada y comenzó a carcajearse. Yo no sabía si confesar que ella era muy convincente o que de hecho ya me había arrepentido de la acción. Ella chasqueó sus dedos frente a mi rostro, -¡Relájate chico lindo! Sólo deberías darte cuenta de que eres simplemente el sexo débil-. Afirmó encogiéndose de hombros.

-¡No-o! Jasper interrumpió, -Edward nunca había traído una chica a casa… jamás-.

-Bueno entonces… Nunca digas nunca…- Concluyó con una risita.

Volvió a sentarse y todos la imitamos, -Yo, por otro lado, he roto esa regla… una vez, ¡UNA! El tipo tuvo la audacia de llamar a su celular desde el mío, por tanto… obteniendo mi número. Si hubiese querido que me llamara, se lo habría dado yo misma, ¿cierto? OH-DIOS el tipo estuvo terrible…- Dijo haciendo un gesto de asco. No nos reímos. Sino que simpatizamos con ella, -Después de ese incidente, pensé en las probabilidades y consecuencias de tenerlo en mi casa y eso fue todo…- todos asentimos comprendiéndola –Así que no te culpes Eddie…-

La interrumpí, -¡Edward! ¡Es Edward Isabella!- Odiaba cuando alguien me llamaba Eddie.

Emmett entonces me preguntó – ¿Acaso le dijiste Isabella?-.

-Si- La miré con cuestionándome a mi mismo. Recuerdo que el la llamó Belly, pero ese debía ser algún apodo de la niñez, talvez ella era gordita cundo niña… Pero luego recordé que Emmett ha usado nombres diferentes al referirse a su hermana.

Después de mi respuesta el golpeó la mesa fuertemente y se rió aun más. Jasper detrás de él. Sólo Isabella no sonreía, -Basta chicos…- Dijo ella.

Jasper me tocó el hombro, -Ella odia ese nombre…- Me dijo, antes de que yo regresara mi atención a ella. ¿Qué demonios, acaso me dio un nombre falso? Jasper trató de continuar hablando y respirar a través de su risa, -Ese es el nombre que ella le da… a los tipos… que le compran bebidas pero que no obtienen lo bueno.- Dijo con una mano en el corazón y tornándose de un rojo muy fuerte por tanta risa.

-¡En serio Jasper! ¡Voy a romperte la madre!- Emmett gritó y le dio un puñetazo en el hombro.

Jasper, -¡Auchhh! Pero él lo consiguió… ¿verdad?- Preguntó con una expresión de incredulidad para luego continuar riéndose.

Isabella sonrió en forma de disculpa y terminó por el, -Perdón Edward…- Luego me extendió su mano, -Mi nombre de pila es Isabella… pero mis amigos me dicen Bella-. Concluyó su explicación con su mano en el aire a la espera de que yo la tomara.

Lo hice no sin antes vacilar, pero quería, no, necesitaba saber, -Entonces ¿porqué no usaste Bella?-

Me dio una sonrisa; -Mira…- Ella vaciló dedicándole una mirada a su hermano Emmett, para luego continuar, -Yo no creo en las relaciones, diablos ni siquiera creo en el amor. El único amor en el que creo, es el fraternal-, me dijo señalando hacia atrás con el pulgar hacia Emmett, -Y buenos amigos- Dijo ahora señalando a Jasper, -Yo ocasionalmente tengo aventuras de una noche, y eso es exactamente como te vi. a ti. He escuchado lo suficiente sobre ti gracias a Emmett para darme cuenta de que probablemente nosotros tenemos los mismos gustos; simplemente no sabía que tú eras eeese… Edward, el Edward de Emmett… ¿Edward Masen… cierto? Yo asentí, -Así que, no lo tomes duramente, ¡deberías considerarte muy… muy afortunado de que hayas roto una regla conmigo y no con una chica pegajosa que sin duda estaría aún acostada en tu cama soñando que de aquí a un año estará planeando una boda y teniendo bebés ojiverdes con una cabeza llena de cabello para que tu los mantengas por los próximos dieciocho años de su vida!- Terminó su discurso juntando sus manos en señal de conclusión. –¡Suficiente, me iré a mi habitación de hotel!- Exclamó poniéndose de pie y girándose hacia Emmett –Te quiero hermano oso… ¿No estás enojado conmigo, cierto? Le preguntó a Emmett mientras frotaba su espalda.

El deslizó su mano hacia su hombro poniéndose de pie y besando su mejilla, luego se giró hacia mi, -En serio Edward… te he enseñado fotos de ella cientos de veces en todos los años que llevo conociéndote… ¿De verdad no la reconociste?- Bella me miró como si quisiera aniquilarme.

-Ahhhh… ¿No?...- Respondí.

Jasper salió a mi rescate usando sus habilidades como mediador antes de que yo hablara, -¡No! Eso no es justo, tú sólo conservaste las fotos donde ella tenía como diez o doce…- Luego se dirigió a Bella –Cada vez que le llega una foto tuya a su Email, deja que Rosalie la vea y después la borra-.

Bella se alejó de Emmett dándole un golpe en el pecho -¿Por qué?-.

- ¡Porque eres endemoniadamente hermosa y ya eres una adulta! Me gustan esas donde luces tan pura e inocente…- Dijo lo último apenas en un susurro y luego la abrazó hacia su pecho. –Amm Bells, ¡Apestas a sexo!- Dijo alejándola.

-¿Bueno pues que esperaban? ¡Y escúchenme bien! ¡Los dos! Más les vale que no adopten esa actitud de caballero valeroso conmigo… No diré donde, ¡pero Edward definitivamente quedó en mi TOP 5!- Y luego me guiñó un ojo haciendo que mi ego creciera.

Emmett y Jasper se llevaron impulsivamente las manos hacia los oídos protestando por lo que había dicho. Ambos gritaron: -¡No queremos saber!-.

Recuerdo las historias que me contaron sobre todos ellos creciendo juntos. Jasper y Rosalie eran hermanos y hermanas. Se mudaron a Forks Washington donde Emmett y Bella también eran nuevos en el pueblo. El predicamento de ser nuevos en un pueblo pequeño donde todos estaban al tanto de lo que el otro hacía fue lo que terminó juntándolos. Ellos desarrollaron un lazo que tenía aproximadamente catorce años de antigüedad. No necesitaba preguntar cuántos años tenía Bella, porque prácticamente sabía todo sobre ella… tenía 24 años y provenía al igual que Emmett de un hogar roto. El nunca contó todo el asunto, pero por lo que escuché de Jasper, no era muy bueno que digamos.

Rosalie y Bella se criaron prácticamente como hermanas. Rose me había confesado muchas veces que aunque estuvieron separadas en sus días universitarios, Bella y ella hablaban todos los días por teléfono sobre todo y nada. Así que por supuesto para su boda, hizo a Bella su dama de honor. También sabía que Bella y yo teníamos más en común… ambos éramos abogados y habíamos obtenido un J.D./MBA (3) de Yale.

Emmett: -Oye, ¿Y por qué no me dijiste que llegarías antes?- La cuestionó.

-¡Porque quería sorprenderlos a ti y a Rose! ¡Una vez que fuera bien follada por supuesto!- Dijo de nuevo guiñándome un ojo. Carajo, si no paraba sus comentarios, haría que me matara el hermano o el amigo.

-¡A la mierda! ¡Se acabó el juego! ¡Ya no quiero jugar más! ¡Fin de la discusión! ¡El hecho de que no te diga como vivir tu vida no quiere decir que quiera detalles!- exclamó Emmett apresurándose a tomar su abrigo del sofá, listo para irse.

Bella corrió tras el –Primero que nada, no me dices, ¡pero bien que tratas…! Y bien… ¡le diré a Rose! ¡Al fin y al cabo es su tema favorito! Dijo mirando a Jasper.

Me senté de nuevo observando sus interacciones con absoluta diversión, -Bells… No hables así de mi hermanita…-. Comentó Jasper.

-¿A verdad…?- Emmett dijo dirigiéndole una mirada a Jasper, y pidiéndole a Jasper que estuviera de su lado en el argumento.

Jasper, -No me vengas con tu… ¿A VERDAD? A mi Emmett, ¡yo no soy de tu pinche equipo! ¡Te vas a casar con mi hermana! ¡Yo sé que la amas! ¡Pero también la embarazaste!-.

Isabella… amm Bella se echó a mi sofá y se sintió raro porque parecía como si perteneciera ahí. Entonces ella dijo, -Fue el único 10 que Rose obtuvo en la escuela… Jamás… ¿Recuerdas cuando tomamos educación sexual Jazz?-.

El gruñido distintivo de Emmett nos llegó desde la puerta principal, Jasper le respondió, -Si Bella… recuerdo exactamente que tan bien lo hicieron Rose y tu en Educación Sexual. Toda la escuela habló de ello hasta la graduación, y por lo que sé el pueblo entero aún habla de eso también-. Concluyó.

-Bueno, y ¿que hay de especial con eso?- pregunté dejando que la curiosidad se apoderara de mi y escuchando los siseos provenientes de mis dos amigos.

Bella me sonrió como si yo hubiera hecho la pregunta el millón, -Bueno…- Comenzó a decir mientras se acomodaba mejor en el sofá sentándose bajo sus pies desnudos, -A todos nos dieron un plátano y… la Sra. Cope, recuerdo ese era su nombre nos dio condones a cada uno. Rose y yo decidimos darle un espectáculo a la clase… así que tomamos la punta del condón entre nuestros dientes y lo deslizamos por el plátano usando solo nuestros dientes y boca. No hay necesidad de decir que luego de eso fuimos mucho más populares-. Dijo la última parte soltando una risita.

-Si, Bella… muchas gracias por contar la historia… otra vez… ese fue uno de los momentos de mayor orgullo en mi vida-. Emmett dijo con intensidad, -El día que mi hermana y mi futura esposa volvieron hormonalmente locos a los chicos de Forks. Juro que el agua en Forks fue más salada que nunca ese día-.

Jasper puso cara de asco y la cara de Bella mostraba una amplia sonrisa de orgullo, al tomar su comentario como cumplido dejando salir escupidas nerviosas y risas incontrolables.

Después de eso escuchamos la puerta azotarse señalando la partida de Emmett. –¿Puedo hablar un momento contigo Bells?- exclamó Jasper caminando hacia ella y tomando una de sus manos entre las suyas.

Confiaba en Jasper. Había estado saliendo con mi hermana con mi hermana Alice, más o menos desde el día en que se conocieron. Alice le dijo algo así de “tenerla esperando todo este tiempo”, el se disculpó y el resto es historia. Han sido inseparables desde entonces. No me sorprendería si uno de estos días anunciaban que se iban a casar.

Inmediatamente me retiré a la cocina para darles privacidad.

Unos minutos después escuché un fuerte, –¡Buenas noches Edward! ¡Pórtate bien!-  de Jasper y una risita proveniente de Bella para luego escuchar la puerta cerrarse tras ellos.

Sentí una pena indescriptible al darme cuenta que Bella había abandonado mi casa sin despedirse, pero rápidamente le resté importancia con una risa sofocada. Salté cuando la escuché acercarse a la cocina, -¿Qué es tan gracioso?-.

-¡Oh Mierda!- respiré con dificultad, -Pensé que te habías marchado-. Le dije, -Me estoy fabricando una malteada de fresa, ¿Quieres un poco?- le ofrecí, después de todo, fui criado por Esme Cullen, la viva imagen de los modales y etiqueta.

Ella asintió y después se impulsó hacia la tabla (Mesada o barra en algunos países) sentándose mientras trataba de bajar su falda. No servía de mucho así que plantó ambas manos en el dobladillo entre sus piernas.

-Isabella… ¿tu fuiste a Yale, cierto? ¿Conociste al Dr. Marcus?-.

-¿Que si lo conocí? ¡El prácticamente me idolatra!-.

-¡Me imagino!-.

-Escucha Edward…- Comenzó a decir, -Soy una chica grande. Por favor créeme cuando te digo que no tienes que preocuparte por mí. Obviamente nos vamos a ver de nuevo… La boda para empezar, no voy a traer a nadie, porque yo no traigo a nadie a las reuniones familiares-. Comentó con una risa disimulada, -Entonceees… No te sientas raro ni nada si decides traer a alguien contigo, ¿OK?-.

Bajé mi mirada y continué picando las fresas que tenía encima de una pequeña tablita de picar sobre la barra, -Sí… Quiero decir… Yo tampoco traeré a nadie-. Alcé la vista, -Pero si tengo que ver a Emm y a Jazz… amm… todo el día, antes de la boda. ¿Debería estar preocupado?-.

Ella negó con la cabeza, -No… ellos han ehh… aah-ceptado mi estilo de vida. Sé… que Jasper no dirá nada. Y Emmett, bueno sólo digamos que, es un hipócrita si lo hace-. Dijo ella la miré con un gesto interrogante pero ella tenía su mirada desviada hacia el suelo.

-Oye…- Empecé a decir; ella entonces alzó su vista, -¿Eso qué quiere decir?-. Pregunté.

Ella respondió al instante, -Emmett nunca ha sido un ángel, al contrario, ha hecho cosas mucho peores que yo. Y sabes que, no estoy haciendo nada por lo que debería sentirme avergonzada-. Ella se encogió de hombros, -Desde que El y Rosalie se conectaron y las aves comenzaron a cantar a su alrededor, y Bambi vino bailando el vals persiguiendo mariposas y toda esa mierda de cuentos de hadas, el cree que eso es lo que yo debería estar buscando también-. Ella soltó una risita, -El me mandó un Email diciéndome cuan maravilloso era haber encontrado el amor… como yo nunca hubiera…- dijo con voz apagada.

-Termina la oración- Le dije.

Ella agitó su mano en el aire restándole importancia lo que me dejó aún más curioso, -Si conoces a alguien en la boda que estarías interesado en coger… no te preocupes por mí, porque estaré haciendo lo mismo-. Me dijo con una sonrisa en el rostro.

Angelward: -¡Necesitamos un exorcista!-.

Devilward: -Si, esta bien… ¡Pero sólo después de que nos la cojamos otra vez!-.

-No me pongo celosa, porque yo siempre consigo lo que quiero… Si te quisiera a ti, te tendría de nuevo…- me dijo seductoramente, sus palabras me estaban poniendo duro.

Dejé caer las fresas que había terminado de cortar dentro de la licuadora y me lavé las manos. Me las sequé rápidamente y supe en ese momento que tenía que tomarla una vez más. ¡Al carajo la Regla No. 2! Sólo esperaba que ella fuera una participante voluntaria. Mi nivel de confianza había perdido un par de puntos esta noche con tanta ruptura de reglas; sin mencionar que Bella estaba familiarizada, literalmente, con mis dos mejores amigos. Pero la tentación era demasiada. Ella me llamaba, cantando como una sirena, y me era imposible negar mi hambre.

Caminé hacia ella y presioné mi dura como la piedra polla contra su rodilla pidiéndole que me hiciera espacio. Ella soltó una risita pero no dijo nada. Esa era una buena señal. Ella no dijo que no. Cualquier cosa… aparte de no era todo el estímulo que necesitaba… traté de separar sus rodillas, pero no tuve que esforzarme, porque ella las abrió voluntariamente. Bajé mi mirada sólo para descubrir que había recuperado sus bragas. Sonreí mientras la tomaba para después romperlas. -¡Mierda!- Exclamó, -¡Esas me salieron caras Edward!-.

-¿De verdad…? Envíame la factura…- Dije exasperado.

Aparté sus pliegues con mis dedos y deslicé rápidamente un dedo dentro de ella. Estaba empapada y lista para mí. La escuché gemir muy fuerte mientras movía mi dedo pulgar sobre su clítoris tentándola a rodar sus ojos hacia atrás arqueándose. –Mmmm ¿puedo paladearte Isabella? Quisiera otra probada, y yo siempre obtengo lo que quiero dije repitiendo sus palabras y alzándola con una brazo alrededor de su cintura, jalando su minifalda hacia arriba y a la altura de su cintura. Ahora estaba desnuda de la cintura para abajo en mi tabla de cocina y no me importaba si era higiénicamente correcto o no.

Deslizó sus dedos entre mis cabellos y empujó mi cabeza hasta su coño, respondiendo a mi pregunta. Sonreí mientras la observaba recostada sobre su espalda en mi tabla de cocina. La mayoría de las chicas no se molestaba en pasar por el dolor y el coste de depilarse con cera. Aunque yo no dormía con cualquieras, pero la mayoría de las mujeres con las que he estado estaban rasuradas y limpias, pero Bella era suave y blanda y no tenía ni un vello. ¡Carajo si no era fantástico!

Estaba penetrándola rápida y fuertemente con dos de mis dedos mientras mordisqueaba su clítoris y sorbía sus jugos. La sentí temblar bajo mi cuerpo. Quería verla perder el control. Fijé mi mirada en ella sólo para darme cuenta de su vista fija mis dedos, ella estaba recargada sobre sus hombros. Después de que su orgasmo acabara. Llevé mis dedos hacia mi boca y vi como me miraba chuparlos. –Eres tan deliciosa, cariño-. Le dije.

La tomé por la cintura y ella inmediatamente enredó sus piernas alrededor mío mientras la cargaba de vuelta a mi cama.

-Nunca he sido tan atento…-. Le susurré al oído al mismo tiempo que salía de mi cocina, -Me da un gran placer hacerte… y ver como te vienes para mí…- le dije, mientras lamía su cuello.

Ella aún estaba jadeando pero fue capaz de susurrar en mi oído, -¿Sabes porque quiero que me cojas de nuevo Edward?- Me preguntó. Me senté en la orilla de la cama con ella encima mío. Su húmedo y caliente coño empapando mis pants, yo le respondí, -Dime cariño-.

Se puso de pie y comenzó a desabrochar lentamente los botones de su blusa mientras yo me sacaba mi camisa por encima de la cabeza. Ella continuó, -La mayoría de los hombres… tratan a las mujeres como muñecas de porcelana… pero tu no. Tú me tratas como un pedazo de carne. ¿Y acaso no somos todos pedazos de carne si lo pensamos bien? ¿Animales que tienen antojos y que necesitan consumir? Asentí mirando fijamente sus hermosas tetas cubiertas con su blanco brasier de encaje.-Me gustaría pedirte si quisieras hacer una escena conmigo. Quiero que me folles y me castigues por ser una pequeña zorra… así que cógeme fuerte y duro… ¿puedes hacer eso por mi Edward? Asentí de nuevo no muy seguro de poder hablar sin sonar como un débil.

Esa noche llegué a la conclusión, de que ciertamente yo era el sexo débil e Isabella sería mi perdición. Entonces ella me sacó del trance, -¿Donde están los condones cariño?-.

Traté de recobrar la compostura; después de todo tenía un acto que seguir,-Iré a buscar uno. ¡Termina de desvestirte!- le dije en la voz más demandante que pude improvisar en el corto tiempo que tuve para prepararme. La observé quitarse rápidamente los zapatos y el último pedazo de ropa ofensivo que le quedaba, la maldita falda… -¡Te quiero desnuda y en cuatro en medio de mi cama ahora! ¡Sino habrá consecuencias…! ¡Oh! ¡Y ponte de de nuevo esos zapatos!- Le dije, caminé hasta mi buró (mesita de noche)y tomé un preservativo. Extra-grande-con-espermicida. Ella no desperdició tiempo. Al momento en que yo abría el empaque y deslizaba el condón en mi gruesa polla, ella ya estaba abierta y en posición para mí. Justo como se lo había pedido.

Me arrastré sobre la cama hasta posicionarme detrás suyo y luego aparté más sus piernas con mis rodillas. Le di una nalgada en su cachete izquierdo haciéndola gemir de placer. –¿Te gustó eso verdad maldita provocadora?- le pregunté, pero antes de que pudiera responderme le di otra nalgada. La parte que golpeé se estaba tornando cálida al tacto y de un tono rosado que era el más hermoso que alguna vez haya visto.

-Si…- contestó con un lloriqueo. Sabía que en verdad no estaba lastimada, sino más bien estaba excitada la muy maldita.

Me agarré de su cuerpo y con una de mis manos tomé un puñado de su cabello mientras que con la otra me sostenía en posición. –¡No vuelvas a hablar zorra! ¡No te di permiso que lo hicieras! Sólo te haré preguntas cerradas; ¡así que nada mas puedes asentir o agitar la cabeza! Porque tu linda boquita sólo tiene un uso para mí… ¡y ese es chupar mi verga! ¿Entendiste?-.

Ella asintió, -Este coño fue hecho para cogerse…- y luego procedí a embestirlo con mis dos dedos, ella no lo sabía aún, pero sólo estaba tomando un poco de lubricante natural para donde realmente me la quería follar.

-Mmmm… que coño tan húmedo y estrecho… estoy tan duro por ti… ¿Quieres ver?-.

Ella asintió nuevamente.

Angelward: -La obediencia va después de la devoción-.

Devilward: -¡Así es perra! ¡Obedece o recibirás una buena nalgada!-.

-Mmm…- Gimió sobre sus rodillas enfrente mío, viendo la mano que descansaba sobre mi miembro y que se movía de arriba abajo cubriendo su longitud.

-¡Besa la cabeza! Le ordené y ella lo hizo. Se sintió increíble verla inclinarse y besar la punta de mi polla y sentir su cabello en cascada sobre mis muslos.

-¡Joder! ¡Cambié de opinión! Ella levantó su vista asustada, ¡Seguramente! Continué, -Quiero expandir tu vocabulario, así que puedes usas las palabras… por favor… Gracias… y…-.

-¡Fóllame!- Sugirió con entusiasmo.

-¡Buena esa! Sí, definitivamente, ¡Fóllame! ¡Ahora date la vuelta para que pueda cogerte! Y ella así lo hizo.

Bombeé dentro y fuera de su coño con mis dedos una vez más y luego la escuché decir -¡Por favor! ¡Fóllame!-.

Casi me echo a reír, porque sabiéndose dominada, había usado dos de las tres frases que le eran permitido utilizar para nuestra escena.

Saqué mis dedos de su cuerpo y dirigí mi polla hasta su entrada, introduciéndome muy lentamente. La mantuve quieta sujetándola por sus caderas recordando así no lastimarla. Tenía el coño más apretado en el que jamás haya estado. Carajo, era tan cálido y jugoso y comencé a imaginarme como se sentiría sin condón. –Gracias…- Exhaló ella en un susurro.

Llevé mi dedo hacia su orificio más pequeño. Mmm el hermoso botón rosado… -¿Me quieres aquí cariño?-.

Ella giró su vista hacia mí y asintió. Siguió mirándome fijamente al mismo tiempo  que yo a ella mientras la embestía simultáneamente, -Isabella…- comencé a decir. Nuestras miradas estaban conectadas y después se rompió la concentración al sentir como las paredes de su vagina apretaban mi polla al correrse. –Maldita sea córrete cariño… Vente en mi verga… Inúndame con tu dulce y deliciosa leche femenina… Mierda…- paré porque podía sentirme a mi mismo perder el  control mientras la penetraba.

-Por favor… Fóllame… Gracias…- gritó en la cima y caída de su orgasmo.

Le di otra nalgada solo porque si y continué penetrándola con mi polla dentro de su madriguera. Metí otro dedo dentro de su culo e instintivamente su apretado botón se expandió para acomodarme. –¿Bella…? ¿Cariño…? ¿Alguien te ha tomado por aquí?- enfaticé al mover ambos dedos con fuerza hambrienta.

Ella negó con su cabeza pero me sonrió. Sabía cual era mi siguiente pregunta sin tener que hacerla, pero la hice de todas maneras, -¿Te gustaría tener mi polla aquí?-.

La zorra debajo de mi cuerpo asintió con la cabeza, -Por favor y Gracias…- Me dijo.

-¡Espera! ¡Quiero que te vengas de nuevo! Así mi verga puede deslizarse más fácil…- Dije mientras dirigía mis dedos por debajo de ella y pellizcando su clítoris. Sentí su mano acompañar a la mía. Comenzó a frotarse a sí misma sosteniendo mi dedo donde lo quería. Era por mucho la cosa más intimidante y práctica que haya experimentado en mi vida sexual. Aunque era sexualmente muy experimentado, no tenía ninguna experiencia con la verdadera intimidad. Isabella me había dado una libertad que ningún otro hombre había tenido. Y yo me encontraba en el séptimo cielo gracias a ello.

Ella gritó mi nombre al venirse por tercera vez en la segunda ronda. No la castigué por ello y esperaba que ella no se diera cuenta porque amaba cuando decía mi nombre y si alguna vez vuelvo a hacer esto con ella, iba a agregar esa a la lista de palabras que ella podría usar.

Salí de su coño y retiré mis dedos de su culo para presionar mi miembro en el pequeño orificio. ¡Joder… estaba apretado! Hice que se expandiera más para mí una vez que la cabeza estaba dentro mientras que la sostenía por las nalgas firmemente entrando más profundo dentro de ella. -¡Joder… Te sientes taaan bien… Bellaaah- dije soltando el aire que no sabía estaba reteniendo.

-¿Estás bien?- Le pregunte, -Di si o no…- dije rápidamente, porque quería estar seguro de que así fuera.

-Si…- dijo respirando con pesadez y me di cuenta de cómo se acariciaba la vagina mientras yo la cogía por el culo.

Comencé a moverme dentro y fuera muy despacio, sintiendo la increíble sensación con que ella me recompensaba. –Oh Dios Bellaah…-. Gemí.

-Edward…- jadeó ella. -¿Qué carajo es esto?- preguntó en voz alta lo mismo que yo me cuestionaba desde hace rato pero que era algo a lo que no quería prestarle importancia.

-Bellaah-… No lo sé…- Le respondí con voz apagada porque estaba siendo honesto.

-Muévete más rápido cariño…- me dijo, y entonces comprendía a lo que se refería, ya que me estaba moviendo a una velocidad inexistente.

-¡Puta madre! ¡Te sientes tan bien! ¡Fóllame Edward!-.

-Voy a venirme cariño… Voy a venirme Bella… Bellaaahhh-. Grité la última parte mientras me venía dentro del condón.

Salí de su cuerpo y vi como se derrumbaba sobre la cama, entonces se recostó sobre su costado para mirarme, -Eso fue… simplemente… ¡Eso fue simplemente brillante!- Dijo con una sonrisa.

Me dejé caer sobre la cama quedando frente a ella, muy cerca de su cuerpo y agregué, -¡Extraordinario!-.

-¡Intenso!- replicó Bella.

-¡Demente!- mientras luchábamos de ida y vuelta riéndonos.

-¡Maravilloso!-.

-¡Increíble!-.

-¡Estupendo!-.

-¡Impresionante!-.

-¡Asombroso!-. Dijo ella con la risita más dulce y melodiosa que jamás haya escuchado.

-Inolvidable…- dije acercándome para tomar su rostro entre mis manos y atrayendo sus labios para que se unieran a los míos en un beso. Sus labios eran suaves sobre los míos y logré que gimiera al pedirle entrada a su boca con mi lengua. Ambos luchamos por el control, pero ninguno de los dos quería ganar, ambos tomábamos y recibíamos, ida y vuelta.

Angelward: -Si Bella fuera una religión, sería sacrílego y estaría adorando su cuerpo en idolatría-.

Devilward: -¡El diablo no le llega ni a los talones! ¡Tu y yo iremos definitivamente al infierno!-.

-Edward…- suspiró ella mientras yo chupaba su cuello con mis dientes… -Eres sin duda el mejor amante que nunca haya tenido… ¿Dije demasiado?-.

-No… Me siento de la misma manera-. Dije cambiando de lado, -No quiero decir sólo eso… tú…- Alcé mi vista -¿Te quedarías esta noche conmigo?-.

-¿Edward?- dijo con voz interrogante, sabía lo que estaba pensando. Las grandes mentes piensan igual. Removí el condón y corrí al baño saliendo rápidamente para volver con ella.

Me senté en la cama y traté de explicarme mejor tomando su mano con la mía, -Escucha Bella, yo nunca… jamás, tendré probablemente una relación con una mujer. Yo, como tú, no creo en el amor. Es más o menos algo como esos pseudo-intelectuales que creen en extraterrestres y otras formas de vida, ¡sólo lo creeré cuando lo vea!-, ella asintió y soltó una risita comprendiéndome para luego sentarse quedando frente a mi. –Siempre seré honesto contigo, me gustas de verdad… estoy completamente fascinado contigo. Eres mi misma versión en femenino, así que ¿Cómo no habrías de gustarme?- le dije al mismo tiempo que ella se hacía hacia tras carcajeándose de risa y asintiendo. Tuve que bajar mi mirada hacia sus tetas porque comenzaron a rebotar por el movimiento y luego volví mi vista hacia su cara porque no creí que pudiera ponerme duro otra vez, pero lo hice. Así que concluí con un –Entonces sobre quedarte… ¿Qué dices?-.

Se tardó en contestar, pero al final se rindió, -Está bien, me quedaré, pero necesito usar tu baño-. Observé como se arrastró fuera de la cama y caminar en toda su gloria al baño usando aún los zapatos. Quise seguirla, pero decidí que mejor no.

No había pasado ni un minuto y yo aún me encontraba en la cama maravillándome con el giro de acontecimientos, cuando Bella asomó la cabeza fuera de la puerta del baño, -¡Vainilla!- Me gritó.

-¿Qué?- le dije encogiéndome de hombros y negando con la cabeza sin comprender.

-La olí en ti cuando nos conocimos en el bar. Vainilla y algo más, tú me supongo. Pero sólo ahora acabo de encontrar tu champú de vainilla. ¿Nunca he conocido a un hombre que oliera a vainilla? Mierda, creo que eso es genial-. Dijo cerrando la puerta tras de sí.

Sonreí y me di cuenta en ese momento de que sentía entumida la mandíbula. No había sonreído ni carcajeado de esta manera en mucho tiempo.

Estaba perdido en mis pensamientos cuando de repente ella salió del baño con una pequeña toalla enrollada en su precioso cuerpo. -¿Puedo tomar prestado uno de tus boxers? Oh… ¿Y tendrás otras sábanas más limpias? me gustaría cambiarlas si no te importa, soy un poco anal…-. Dijo haciendo que mi polla se removiera y después sonrió dándose cuenta de lo que acababa de decir.

-Pues eso es algo bueno-, exclamé arrojándole un par de boxers limpio y sacando sábanas limpias de uno de mis cajones del clóset, -Porque amo lo anal, y nunca obtengo nada anal-.

Ella se carcajeó muy otra vez fuerte y yo la mire con una sonrisa en el rostro, ella me dijo entonces, -Que triste por ti… si gustas, ¿puedo ser recíproca y meterte algo en el culo más tarde?-.

-Si… Gracias… yo paso…- Le dije rodando los ojos; ¡ella era hermosa, freaky  e ingeniosa como la chingada!

-¡No lo rechaces hasta que lo pruebes cariño!- me hizo burla dejando caer la toalla para colocarse los boxers.

La ignoré al caminar hacia el baño para tomarme otra ducha. Decidí que necesitaba echarme un montón de vainilla en el cabello después de saber que a ella le gustaba. No creo que estuviera siendo manipulador; era más bien un puto cursi…

Cuando salí del baño fui recibido por una recámara limpia y arreglada. Isabella había dejado sus ropas en una pila ordenada en la esquina izquierda de la recámara, encime de sus zapatos y a un costado e su bolsa de mano. Mi ropa también había sido ordenada y ahora yacían encima de las sábanas limpias que ella había recién cambiado. Pero la mejor cosa de mi recámara era que Bella estaba recostada en medio de mi cama y bebiéndose lo que parecía una malteada de fresa.

-Oye, terminé de hacer la malteada de fresa que habías comenzado en la cocina… ¿Espero que no te importe?- dijo no muy segura de haber sobrepasado el límite invisible, -Tu vaso está dentro del refrigerador… déjame ir por el…- comentó saliendo rápido de la habitación.

Volví a reírme porque ella no usaba una camisa, y luego me di cuenta de que tampoco me pidió una. Me puse un par de bóxers limpios justo antes de que ella regresara a la recámara, -¿Quieres que te preste una camisa? Le pregunté.

Bajó la vista hacia su pecho, -No Gracias, me gusta dormir sólo en mis bragas, pero como no tengo ninguna…- dijo con voz baja.

Le quité el vaso de la mano y le di un gran trago, -Mmmm bueno… realmente bueno…- Comenté bebiendo más.

Ambos yacíamos sin saber que decir en medio de mi habitación, de pie e inquietos sosteniendo nuestros respectivos vasos frente a la cama como si esto fuera un presagio. Comencé a preguntarme entonces si habría sido un error el haberle pedido que se quedara; era obvio de que esto era nuevo para ambos.

-¿De que lado de la cama duermes?- Exclamó rompiendo el silencio incómodo.

¡Mierda! ¡Mierda! ¡Mierda! Dije que sería honesto, -Bueno…- dije con una risita, -Me gusta dormir en medio. ¿Qué me dices de ti?-.

-También en el medio…- dijo riéndose.

-¡Mierda! ¡Bien! Pues… ambos podríamos dormir en medio. ¿Quieres el lado derecho o el izquierdo de en medio?- dije divertido.

-¿Guau…? Eso fue ingenioso Edward… Ahhhhh… ¿Por qué estamos teniendo esta conversación? Sonó tan confundida como yo lo estaba, -Tomaré el izquierdo porque apoyé y fui voluntaria en la campaña de Clinton-.

-Espera, ¿La de Bill? ¿Cuántos años tienes?- le pregunté antes de darme cuenta a quien se refería.

-¡Era una niña inocente cuando Bill ejerció! ¡Hillary genio de las matemáticas!- gritó al caminar hacia el lado izquierdo de la cama y dejándose caer en ella. Estaba en lo correcto… pero lo que ella no sabía era que ella era la culpable de que mis neuronas no funcionaran bien; las estaba matando lentamente a todas.

Ella tenía un gesto pensativo y continuó hablando, -¿Por qué me trajiste aquí esta noche? Quiero decir… he escuchado mucho de ti gracias a Rose. Conste que Emmett no, el sólo decía cosas maravillosas sobre ti. Pero Rose, bueno, no quiero meter la pata, pero ella es mi héroe, dice las cosas como son. ¿Entonces porque rompiste la regla conmigo?-.

-Honestamente, no estoy cien por ciento seguro del por qué. Te deseaba, no había duda de ello, eres hermosa Isabella… y cuando fuiste firme acerca de no ir a tu departamento, tenía que tomar una decisión, y supongo que escogí la correcta. Tuve suerte… como tu dijiste anteriormente-. Me encogí de hombros, no muy seguro de si esa era toda la razón o no, me apoyé sobre mis codos, -¿Sabías que tienes unos ojos muy impresionables…?-.

-¿En serio…? ¿Qué hay con ellos?-.

-Bueno… Pues ellos dicen… Por favor… Y Gracias…- Dije bromeando.

-¡Y Fóllame!- Gritó en auge.

-¡Y Fóllame! ¡Definitivamente Fóllame!- Dije carcajeándome fuertemente.

Pasaron un par de minutos y la habitación volvió a tornarse silenciosa. Ambos nos movimos hacia el medio de la cama y con nuestros cuerpos rozándose. Estiré mi mano y la tomé por el antebrazo depositándola encime de mí. Su cabello mojado cayó sobre mi pecho y lo retiré de su cara y lo enrollé en mi mano detrás de su espalda.

Comencé a dibujar círculos en su espalda, -Trabajo en la mañana…- Le dije. Trataré de no despertarte… puedes quedarte cuanto quieras…-.

-Me quedaré sólo esta noche… Buenas noches Edward… Que descanses…- Me dijo.

-Alcé mi cabeza y la besé por encima de la suya. –Descansa Bella…-.

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¡Bam Slam Thank you ma'am!: Nosotros lo venimos manejando como un gracias por el acostón y hasta nunca! Espero capten la idea hehe.

Fonz o Fonzie: Se refiere a un personaje muy famoso de la serie estadounidense Happy Days: cabello hacia atrás, chaqueta de cuero, seriedad, y un casanova total.

J.D./MBA: El primero es como un Doctorado en Derecho y el segundo se refiere a Maestría en administración de empresas. Es un programa con el que cuentan muchas universidades de derecho y administrativas. Dura generalmente 4 años y te permite salir con ambas carreras dándote la oportunidad de dedicarte al campo de tu preferencia.

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Espero que les haya gustado! comenten para saber que les pareció!

Así me dan más animo para subir el próximo cap!

Besos!

Any.