Promiscuidad / Fanfic - Cap 3

Recuerden rated M por Lemmons

Previamente:

Edward

-¿Sabías que tienes unos ojos muy impresionables…?-.

-¿En serio…? ¿Qué hay con ellos?-.

-Bueno… Pues ellos dicen… Por favor… Y Gracias…- Dije bromeando.

-¡Y Fóllame!- Gritó en auge.

-¡Y Fóllame! ¡Definitivamente Fóllame!- Dije carcajeándome fuertemente.

Pasaron un par de minutos y la habitación volvió a tornarse silenciosa. Ambos nos movimos hacia el medio de la cama y con nuestros cuerpos rozándose. Estiré mi mano y la tomé por el antebrazo depositándola encima de mí. Su cabello mojado cayó sobre mi pecho y lo retiré de su cara y lo enrollé en mi mano detrás de su espalda.

Comencé a dibujar círculos en su espalda, -Trabajo en la mañana…- Le dije. -Trataré de no despertarte… puedes quedarte cuanto quieras…-.

-Me quedaré sólo esta noche… Buenas noches Edward… Que descanses…- Me dijo.

-Alcé mi cabeza y la besé por encima de la suya. –Descansa Bella…-.

Capítulo 3: ¡Implicaciones!

Edward

Angelward: -Oh Dios… Escucha… El Angelito ronronea mientras duerme…-.

Devilward: -¿Por qué carajo duerme tanto él?... ¿Y por qué demonios no estás haciendo ruido suficiente para despertar su culo?-.

No tenía idea de cuando se quedó dormida o cuando yo la seguí. Con trabajo y escuché mi celular sonando y lo tomé aún medio dormido. –¿Hol… laaa…?- Contesté con un bostezo.

Escuché a alguien aclararse la garganta antes de responder, -¿Ed…? Ammm… ¿Edward? ¿Es Ángela señor…? Está… ¿Todo bien Señor? ¿Está usted enfermo…?-.

-Ahhhmmm…- Contesté con un gemido soñoliento diagonal bostezo.

¿Por qué Ángela me estaba llamando?

-Edward… ¿Estás ahí? ¿Perdón por molestarte pero…?- Escuché ruidos al fondo, era Carlisle al otro lado de la línea pidiendo el teléfono.

-¿Edward? ¿Dónde diablos estás? Nunca se te había hecho tarde antes… ¿Sabes siquiera que horas son?- pensé que aún estaba soñando.

Bajé la vista hacia mi pecho sólo para encontrarme con mechones y mechones de cabello caoba. Giré mi vista hacia la mesita de noche en el lado derecho de la cama y jadeé muy fuerte cuando me di cuenta que eran más de las diez de la maldita mañana. Me aclaré la garganta para quitar el sueño de mi voz antes de contestarle a mi padre, -Perdón papá, me quedé dormido. Estaré ahí lo más pronto posible-.

Mi voz o mis movimientos o ambos hicieron que Bella se revolviera sobre mí. Arqueó su espalda presionando sus tetas contra mi pecho en un reflejo al estirarse y luego gimió en voz alta. Traté de tapar el micrófono con la mano pero sabía que fue demasiado tarde, mi padre había escuchado.

-¿Y cómo demonios planeas hacer eso cuando te encuentras en la casa de  alguna mujer? Con un carajo, ¡será mejor que te apures Edward Anthony! O… ¡estarás llegando hasta el viernes!- declaró antes de que la línea se desconectara; o mejor dicho antes de que él colgara.

¡Carajo! ¡Mierda! ¡Coño!

¡Trabajar con la familia apesta! ¡No había llegado tarde nunca! Ni una sola vez en todos los años que llevo trabajando en su firma, ni una puta vez. Este era la primera y única vez que había pedido un día de descanso y era como si hubiera pedido un puto riñón. Pedí que me dieran el viernes libre porque Jasper y yo teníamos planeado para ese día todo un itinerario para Emmett.

-Buenos días…- dijo Bella dulcemente antes de que prácticamente saltara de la cama luego de ver mi despertador en la mesita, -¿¡Oh Dios Mío?! Son las putas diez con veintitrés putos minutos de la puta mañana; ¿Cómo mierda sucedió eso?- dijo quitándose rápidamente mis boxers y arrojándose al piso en busca de su Brasier.

Ella hizo que mi erección matutina se convirtiera en una erección completa.

Angelward: -Ella es muy… Este… Locuaz por las mañanas…-.

Devilward: -Si dice “PUTO” una vez más, voy a bajarme de tu hombro y me arrastraré hasta el de ella para cogerme el orificio más cercano… ese sería su oído… Emm ¿cierto?-.

-Si, y se me hace tarde para el trabajo…- Mascullé molesto conmigo mismo por dejar que mi padre tuviera motivos para quejarse.

-¿Por qué no pusiste la alarma? ¿Acaso lo olvidaste…?- Preguntó lo obvio.

Excepto que esa no era una opción para mí. He sufrido de insomnio desde el accidente. Nunca duermo más de tres horas y media, cuatro a lo mucho cada noche. Con el tiempo he aprendido a lidiar con ello. Era todo lo que mi cuerpo requería, entonces no comprendía porqué había dormido tanto.

-Yo no uso mi alarma porque me he levantado a las 4 cada mañana de cada día de mi maldita vida… ¡No puedo creer que haya dormido tanto! ¡Mierda!- exclamé caminando hacia mi baño para poder orinar.

Esto debía ser culpa de Isabella. Era una maldita bruja que había utilizado su maldita magia vudú sobre mí. Primero me había hecho romper las reglas y ahora me encontraba bajo su embrujo. Susurré un pequeño Gracias hacia el cielo porque debía existir un poder supremo responsable de que hoy no tuviera que estar en la corte. Eso hubiera sido: ¡Tan… malditamente… Genial!

Orinar cuando la tienes dura es algo difícil… pero mi polla no estaba dura… estaba durísima. ¡Y la hija de puta no estaba cooperando para nada! Estos sucesos me hacen recordar el porque pienso que cada hogar debería tener un urinario.

Cinco, si cinco… minutos después caminé hasta el lavabo para lavarme las manos y cepillarme los dientes. Bella entró al baño, levantó su falda y sentó su hermoso culo en mi retrete. Casi me echo a correr para darle privacidad pero luego decidí que si quisiera alguna la hubiera pedido primero.

-¿Nunca habías visto a una chica orinar, cierto?-  Se burló.

Bueno, supongo que no estaba siendo muy sutil… -Nop…- Dije cepillándome los dientes. Le eché otro vistazo y ella se estaba limpiando. Carajo… ¿Podría esto ser más incómodo?

Observé como se bajaba su falda de nuevo y después gruñir cuando vio su cabello en el espejo. Estaba salvaje y completamente despeinado, pero de alguna manera lucía bien en ella. Aun así era hermosa. Aproveché para mirar el mío y decidí que necesitaba domesticarlo con un poco con agua. Ella caminó hasta mí y yo me moví hacia un lado para que pudiera lavarse las manos, después tomó un poco de pasta dental en su dedo índice y la restregó en sus dientes.

-Perdón…- le dije encogiéndome de hombros. Ella entendió a lo que me refería; No tenía un cepillo de dientes extra, ¿Para qué?

-Está bien…- Dijo con un encogimiento de hombros. –Mmm mejor…- dijo sacando la lengua y pasándola por sus dientes.

Quería salir corriendo del cuarto; y quería enterrarme de nuevo en su coño, pero si lo hacía, se me haría más tarde aún.

Decisiones… Decisiones… Decisiones…

Angelward y Devilward: juntos de nuevo. Esos bastardos estaban conspirando en mi contra, -Si… Buen chico… Corre… Toma un condón… Y luego juguemos a las escondidas con nuestro pene-.

¡Conste que ellos eran los culpables!

Ella aún se encontraba frente al espejo, su bolsa de mano estaba abierta y noté como alineaba su polvo compacto, delineador, y lápiz labial. Miré su rostro y ella me estaba sonriendo através del espejo. Ella se giró para mirarme directamente y luego hacia abajo. Había seguido la recomendación de mis dos compinches… ¡literalmente! Estaba de pie frente a ella, desnudo de la cintura para abajo con mi polla golpeando mi estómago con cada paso que daba hacia ella saludándola… ya con impermeable puesto claro…

-¿Qué estás haciendo Edward…?- Dijo riéndose pero con la mirada fija en mi verga.

-Todo tuyo cariño… Estoy listo…- Dije mirándomela. -¿La quieres…?-.

Vi como se subía la falda hasta la cintura y alzaba su culito para sentarse en el tocador del baño abriéndose de piernas para mí. Que buena chica… observé asombrado el cuan perfecta se veía con su brillante coño esperando por mí. –Déjame la ropa puesta- Declaró.

No-hay-pro-ble-ma…

Caminé hacia ella y con una mano detrás de su cabeza, la incliné un poco para lamer su delicioso cuello. –Edward… Tengo que decirte algo… Yo…- pero luego la corté porque este no era el momento para hablar. Introduje mi lengua dentro de su boca ansioso de las cosas por venir. Estaba entusiasmado besándola. Sabía incluso mejor que esta mañana…

-Edward…- continuó. Mis manos ya habían alcanzado su centro. Acaricié su sexo y estuve satisfecho de sentir la humedad y el calor de su excitación. -¡Espera!- Dijo jadeando. –Necesito decirte algo…- comenzó y yo la besé de nuevo haciéndola callar definitivamente. -Por favor…- continuó mientras yo mordisqueaba su delicada mandíbula y bajando hasta su suave cuello.

Carajo, necesitaba que se callara de una vez por todas, -Maldita sea Isabella… si no estoy dentro de ti en 2.5 segundos, voy a explotar- declaré mientras ella asentía permitiéndome continuar. No iba a durar mucho por lo visto.

Posicioné la cabeza de mi polla en su entrada y dando unos golpecitos alrededor de su coño con ella. -Voy a necesitar que te vengas rápido Isabella…- dije mordiéndole una oreja. –Tu coño se siente deliciosamente apretado, deberías saber. Es tu maldita culpa por tenerme tan excitado…-

Ella besó mi mejilla y dijo, -No necesito correrme Edward…-

¡Diablos no!

¡Ahora tendría que asegurarme de que lo hiciera!

-No conozco a los anteriores hombres con los que has estado Isabella… pero, tú… ¡te vendrás cada vez que te coja!- dije enterrándome en ella, -Tan malditamente apretada cariño… maldito coño tan delicioso… La mejor vagina en el mundo…- Dije comenzando a moverme dentro de ella. -Ordeñas mi polla taaan ricoooo…-.

-¡Ohhh Cristo! ¡Jesús! Sigue hablando…-

Su cabeza golpeaba contra el espejo. Quería arrancarle la blusa pero entonces ¿Qué carajo vestiría? Abrí más sus piernas para acomodar mejor mi pelvis sosteniéndome fuertemente de sus rodillas y evitar que se cayera. – Mmm sabes lo que quiero hacer… Quiero arrancarte la blusa y coger esas deliciosas tetas… ¡sólo coger duramente cada rincón y grieta de tu cuerpo! ¡Y cubrirte con mi leche!-.

Empujaba dentro y fuera de ella de manera rápida buscando su liberación y concentrándome en retener la mia. Bajé mi vista hasta donde estábamos conectados y vi sus labios inferiores rosas hinchados acogiéndome y casi me vengo con la erótica imagen. Mi polla estaba tan empapada de sus jugos que se deslizaba dentro y fuera de su firme agarre sin esfuerzo alguno.

-¡Carajo si!...- grité al sentir como sus paredes me apretaban. –Aprieta mi verga cariño… córrete en ella… córrete para mi… Mierda así Bellah…-.

Sus uñas de seguro dejarían una marca en mis brazos, pero a este punto no me importaba un carajo. Ella me ayudaba moviendo su pelvis hacia delante y atrás jadeando y gritando mi nombre.

Llevaba un ritmo marcado… era algo así como profundo, profundo, profundo, un poco hacia la izquierda, un poco hacia la derecha, lento, lento… estaba montándola rápido hasta la meta; estaba acercándose peligrosamente hacia su final, ¡Santa mierda! Talvez debería atarla y secuestrarla hasta el día de la boda. Su coño era pura clase yo, el último placer y mi polla estaba en el fuego… estaba moliendo bajo mi propia maldita melodía…

Angelward: -la música es el lenguaje de Dios…-

Devilward: -Apuesto a que si Pendejoward dice esa mierda al revés sería algún mensaje… Montándola… Final… Santa… Secuestrarla… Clase… Ultimo… Fuego…- (Perdón pero por obvias razones las siglas no quedan igual en español, el mensaje original en inglés era REHKCUF o sea FUCKHER lol)

Me encontraba tan malditamente cerca que decidí humedecer mi pulgar en mi boca y llevarlo hasta su clítoris. Eso lo hizo y finalmente se vino. Aun podía sentirla temblando y agitándose bajo mi cuerpo después de mi propio orgasmo.

Sonreí y besé su sien, -Tengo que vestirme… ¿Qué tal estuvo…?- porque en serio a quién no le gusta que le aumenten su ego de vez en cuando… o en mi caso cada maldita vez.

-¡Putamente perfecto!- me contestó.

¡Carajo si no! –Nada incompleto para ti cariño…- dije deshaciéndome del condón usado y tomando una toalla para secarme el sudor. Tenía que arreglarme para ir al trabajo.

¡Trabajo!

¡Mierda!

¡Si tan sólo pudiera llamar diciendo que estaba enfermo!

-¿Puedo usar tu cocina? Necesito un café urgentemente… no sé que demonios me pasa, nunca me quedo dormida como me pasó hoy y ¡puta madre todavía estoy asueñada!- confesó frente a la puerta de mi closet; supe a lo que se refería, incluso cuando había dormido ocho horas sabía que de no haber sido por la llamada telefónica habría continuado durmiendo. Asentí y volví a sumergirme dentro del closet en busca de mis zapatos.

Estaba listo para irme cuando la esencia de café recién hecho llegó hasta mi habitación. Normalmente me tomaría uno en el Starbucks más cercano de camino a la oficina pero esto tendría que bastar por hoy.

Ella me pasó una taza, -es negro…- Me dijo.

-Gracias…- contesté rápidamente, -¿Dónde te estás hospedando Bella?- pregunté antes de recordar que ella no rompió la regla numero uno, bueno mi regla número uno, no sabía cual se rompería en su escala… quizá me estaba imponiendo.

-No te preocupes por eso Edward, ya llamé un taxi. Debe estar por llegar , supongo que están muy ocupados. Esperaré afuera por él-. Respondió saliendo de la cocina.

La tomé del brazo deteniéndola. –Te daré un aventón Isabella. Y no aceptaré un no como respuesta- Le dije mientras me dedicaba a buscar un poco de crema dentro del refrigerador.

-Me imagino que no cocinas, ¿verdad?- se burló ella. –perdón por espiar, estaba buscando un poco de crema, pero todo lo que encontré ahí dentro fue leche… perdona- dijo ella agachando la cabeza en vergüenza. Fue entonces cuando pensé: Para ser tan dominante, si que sabe actuar como sumisa.

-La mayoría de las noches ceno fuera…- dije con un encogimiento de hombros. -¿Entonces donde te dejo? ¿En casa de Emmett y Rose?- pregunté.

-No. Me estoy quedando en el Hotel Edgewater. ¿Por si aun quieres desviarte?- me dijo dándome la oportunidad de cambiar de idea.

Me reí, por supuesto que ahí se estaba hospedando ya que la boda de su hermano y la recepción se llevarían a cabo en ese lugar. –No, vamos… que de por si se me hace tarde para el trabajo-.

Justo antes de salir por la puerta, ella se apartó el cabello de su cremoso cuello. De manera instintiva la ayude regresándolo a su lugar. Ella me miró como si fuera un alien, -¿Qué?- le pregunté de manera inocente.

-¿Qué diablos fue eso…? ¿Acaso tu…? ¿Me diste unos golpecitos en la cabeza o acariciaste mi cabello?- Me preguntó.

-¡No!- Tartamudeé, tuve que mentir, de ninguna manera iba a confesar esto. –Tenías algo encima de ella… ¿Una basurita o quizá caspa? Agregué rápidamente.

-¡Yo no tengo caspa! Una basurita quizá, ¡pero lo dudo! ¡Enséñamela!- ordenó con una mano extendida esperando y la otra en la cadera.

-¿Cómo?- me encogí de hombros sin comprender.

-¡La basura! ¡Quiero verla!- continuó ella diciendo.

-¡Oh con una chingada! ¿Tienes que estar bromeando? ¡Te la quité y luego se cayó al suelo!- Me miró con expresión incrédula golpeando mi piso de madera con su pie, al parecer no se lo estaba creyendo. –¡Entonces busca en el piso y encuéntrala tu misma!- estaba súper frustrado. Pero sabía aun así no me había creído.

-¡Lo que sea! ¿Podemos irnos por favor? ¡Ahora!-.

-Después de ti Princesa…- Dije sarcásticamente y muy encabronado por ser descubierto. Y después haciéndole una reverencia al pasar.

Ella sacó el celular de su bolsa de mano y marcó un número mientras íbamos saliendo; no sabía a quién llamaba. Procedí a ponerle seguro a mi puerta pero podía escuchar su conversación. –Sí, habla Bella Swan, llamo para cancelar un taxi- declaró, luego esperó a la persona al otro lado de la línea y luego continuó –Si, gracias de todas maneras, es sólo que mi suerte es tan grande que esta mañana me encontré con el Príncipe Encantado y él me va a dar un aventón de regreso a mi Castillo- Dijo riéndose –Si, aun ando en Seattle…- Luego más risa –Gracias cariño… que tengas también un buen día… Nos vemos…- Terminó cerrando su teléfono.

El elevador sonó y nosotros lo abordamos –¡Qué divertido!- murmuré.

-¡Graciosísimo!- corrigió ella.

-Por aquí- le dije cuando las puertas del elevador se abrieron hacia el garaje subterráneo de mi edificio.

Mi mano viajó hasta su espalda baja y tuve que morderme el labio en un esfuerzo por combatir un gemido. Ella tenía un caminar muy sexy y esa pequeña minifalda negra se le pegaba como un guante resaltando todas sus malditas curvas perfectas. Era perfecta de la cabeza a los pies y ¡OH-MIERDA! Acabo de recordar que no está usando bragas… ¡MÁTENME AHORA!-.

Corrí hacia mi auto y le abrí la puerta del lado del copiloto y ella miró alrededor del lote con gesto confundido, -¿Ahora qué Princesa? Le pregunté.

-¿Un Volvo? ¿Conduces un puto Volvo?- Cuestionó. –¡Y encima de todo plateado!! ¡Maldito plateado, el color más aburrido después del blanco!-.

Angelward: -Bueno… No es sólo porque es seguro en la ciudad… Hay otras razones… Y… Para tu información, ¡tiene una puntuación de 50 con sus 3 puntos por el cinturón de seguridad!-.

Devilward: -Espera que vea mi Vanquish… va a querer chuparme la polla de nuevo… sólo espera y verás Princesa…-.

-¿Qué carajo Bella? ¡No insultes mi maldito auto! ¡Si quieres un puto aventón, sienta tu dulce trasero en el maldito asiento y cierra la maldita boca! Esta es la puta razón del porque no salía con nadie. Nunca podría convivir con alguien que estuviera sobre mi todo el tiempo expresando sus opiniones. ¿Acaso le pregunté cuál era su maldito color favorito o qué tipo de auto le gusta manejar? ¡No! ¿Por qué? ¡Porque no es de mi incumbencia; por eso!

-¡Relájate! ¡sólo fue una observación!- Dijo antes de que el guardia de seguridad Quill se acercara a nosotros.

-¿Está todo bien señorita?- le preguntó a ella en vez que a mí. Yo vivía en este edificio, pero él se dirigió a ella. ¿Okey? Te imaginas, yo fui el que gritó y maldijo, ¡pero yo pago su salario! ¡Pendejo!

Bella en un acto que me dejó de nuevo sorprendido contestó: Sí, todo está bien, solo son las típicas hormonas masculinas, ¡insultas el carro de un hombre y antes de darte cuenta le da un ataque histérico! Edward aquí es sólo un animal de hábitos- Dijo señalándome con la cabeza. –Pero Gracias por preguntar- Dijo sonriéndole a Quil para después ocupar su asiento y cerrando su propia maldita puerta.

Ocupé el asiento de conductor ignorando completamente a Quil y llevándome dos dedos al  puente de mi nariz. –Me disculpo… eso estuvo fuera de lugar- dije antes de encenderé el auto.

-No te preocupes, yo también me disculpo, olvidé… que los hombres son muy sensibles en lo referente a sus autos. Es sólo que cuando pienso en volvos, me imagino a un hombre de familia con su esposa y sus dos y medio mocosos pequeños, y no olvidemos al perro… tal vez un gato también… ups perdón…- dijo riéndose.

-Bueno pues éste no es cualquier volvo. Mira, te mostraré- dije moviéndome de mi plaza de aparcamiento y acelerando fuera del estacionamiento subterráneo. Hice mi mejor intento por esquivar otros autos para mostrarle que ésta era una increíble pieza de maquinaria y no cualquier automóvil. Sólo desaceleré cuando me di cuenta cómo se sujetaba de su asiento y cuando ella finalmente dijo -¡Está bien! ¡Ya entendí! ¡Has probado tu punto; ahora por favor baja la maldita velocidad!-.

Me carcajeé aparcando frente a su hotel justo a tiempo, -¡Ya llegamos!- Dije muy orgulloso de mi mismo.

-Ok… Bueno Edward… No sólo fue un completo placer conocerte- exclamó quitándose pelusas invisibles de su falda, -Pero… debo decir, que estoy enamorada… de tu ¡Estúpido y Flamante Volvo Plateado!- agregó rápidamente abriendo la puerta y saliendo de mi alcance con una risa juguetona y cerrando la puerta de manera inmediata tras ella.

Me reí de nuevo por millonésima vez, luego bajé la ventana del lado del copiloto y le hice un gesto con mi dedo para que se acercara. Ella continuó riéndose, sin embargo se acercó al auto y se agachó un poco para ver mi rostro sonriendo, -¿Qué puedo hacer por usted mi príncipe?- bromeó.

-Avísame cuando vuelvas a necesitar un propio y excelente aventón princesa Isabella… Y no me refiero sólo a mi ¡Hermoso y Flamante Volvo Plateado!-.

Ella echó la cabeza hacia atrás carcajeándose y yo arranqué dejándola atrás. Por instinto miré a través del espejo retrovisor y vi su silueta aun agitándose de risa. Bajé la velocidad no queriendo perderme alguna otra cosa que hiciera, pero la perdí de vista demasiado pronto ya que otros autos se atravesaron bloqueándome la vista.

Bajé mi vista hacia el tablero y me di cuenta que ya eran las once treinta, ¡CARAJO!

Entré corriendo al edificio donde mi padre Carlisle y Aro su viejo socio de negocios se habían hecho un nombre en el mundo jurídico. No me molesté en esperar los elevadores sino que subí corriendo el tramo de escaleras que sólo eran tres, y abrí las puertas de cristal de la firma de abogados. Inmediatamente fijé mi mirada en Ángela quien esperaba por mi a un lado de nuestra recepcionista.

-¿Cómo está?- le pregunté. Ella sabía a quién me estaba refiriendo.

-Él está bien, sólo está tratando de hacerte pasar un mal rato, pero se estaba riendo luego de colgarte el teléfono. Dijo haber escuchado a una chica- comentó con una risita, -sus palabras textuales fueron, “¡Finalmente!”- concluyó Ángela.

-¿Qué demonios significa eso?- Le pregunté camino a mi oficina.

Ella se encogió de hombros y supe que para ella tampoco tenía mucho sentido.

-Gracias Ángela- dije abriendo la puerta de mi oficina personal. Tenía que buscar en mi escritorio el expediente que necesitaba para acabar con los registros.

-¿Edward…? Debió haber sido tremenda chica si hizo que llegaras tarde al trabajo… creo que a eso se refería tu papá…- y luego abandonó mi oficina.

Me senté pensando en ello. Si… tremenda chica… y también que buen polvo era.

Después de encontrar el expediente que necesitaba para los registros salí de mi oficina. Ya que tenía que entregárselo personalmente a Jane, nuestra transcriptora porque ya era tarde. Con las prisas me choqué contra Carlisle, -¡Mierda!- se me salió, -Perdona papá, ¿Estás bien?- pregunté mientras el sacudía la cabeza por el golpe.

-¿Qué diablos sucede contigo el día de hoy muchacho?- Susurró, -Sígueme…- dijo alejándose.

Lo seguí hasta su oficina, -En buena onda papá- comencé a decir, -¡Dame un poco de crédito aquí!- dije luego que el cerrara la puerta. – Me choqué contigo y automáticamente piensas que estoy perdiendo la razón. ¡Hoy llegué tarde después de abrir la puerta y desactivar la alarma de estas oficinas por los últimos cuatro años, en los cuales nunca he tomado unas vacaciones, sin mencionar un día libre por enfermedad o causas personales! ¡Y ahora me armas un escándalo! ¡Así que ya párale!-.

Ok, sabía que me había pasado al momento de terminar, pero también sabía que nada podía afectar la relación entre Carlisle y yo, así que estaríamos bien al final del día.

-tremenda chica…  Es todo lo que diré, eso es todo por el momento Edward- dijo con su típica voz calmada.

Me quedé como aturdido frente a su escritorio. Después de que ignorara mi presencia por un rato pregunté. -¿Qué demonios quieres decir con eso?-.

-Hijo… Ni una sola vez Esme o yo tuvimos que despertarte. Es día de semana, e incluso si hubieras estado despierto toda la noche con esta chica misteriosa que escuché, y no vayas a negar que estabas con alguien hace unos momentos… Aun así no explica por qué estabas en su cama o por qué ella estaba en la tuya…- traté de hablar, pero él me interrumpió. –No he terminado… soy un hombre inteligente. Me gustaría apostar que ella estaba en la tuya y bueno, ambos sabemos que eso nunca ha pasado antes, con todas tus reglas y demás basura que he escuchado. No estoy molesto contigo, y me encantaría saber los detalles, pero sé que eso no sucederá… así que… sólo diré, tremenda chica…- finalizó viéndome fijamente a la espera de mi respuesta.

Me di cuenta que aunque normalmente sufría de mal genio, cuando se refería a los interrogatorios, yo usualmente estaba el 99.9 por ciento en lo correcto. Bueno, tendría que disculparme con Bella y ahora con mi padre, sabiendo que ellos estaban en lo correcto y que yo exageraba. Todo el maldito mundo estabas patas arriba. Quizá el día de hoy era una especie de día contrario o alguna pendejada así. –Perdón papá, lo que dije estuvo fuera de lugar. Tengo mucho trabajo que hacer hoy; en especial porque estaré fuera mañana… tal vez podríamos platicar más tarde… ¿ok?- dije procediendo a tamborilear los dedos nerviosamente sobre su escritorio.

¡Estaba hecho un desastre!

Gracias a Dios no presionó. –Gracias hijo…- Dijo volviendo a su trabajo.

Salí cerrando la puerta tras de mí dirigiéndome adonde Jane.

Bella

Hola… Me llamo Bella y quisiera ser tu amiga… ¡Okey, está bien! ¡Quiero follarte hasta morir!

Una palabra que me describe sería despreocupada. Por qué preocuparse y especular sobre tu vida cuando puedes estarla disfrutado. Es tu vida… vívela al máximo y recuerda hacerte feliz cada día. Oh si… ¡también soy una perra egoísta!

La diferencia entre hombres y mujeres es que ellos, los hombres lo tienen mucho más fácil que el resto de nosotros en lo que se refiere al sexo. Y no me hagan comenzar con el resto de los doble moral… ellos son aceptados mientras que nosotras somos negadas. Los hombres sembraban su avena en la espera de encontrar una mujer que la quiera. Bueno, supongo que eran afortunados de tener una relación dos en uno. Imagino que al final de la cosecha terminaré siendo la vieja criada de la esquina, ¡pero con un coño feliz!

Soy promiscua. No hay absolutamente nada de malo en tener un saludable apetito sexual. El sexo casual no es asunto de nadie más que el mío propio.

Cuando un hombre vive de aventuras de una noche, son generalizados por su propio género como “Un Héroe”. Sus contrapartes los llaman “hombrezuelos”. Creo que eso está completamente fuera de lugar. Cuando un hombre folla a una mujer obtiene placer de ello. Es la mejor droga del mundo.

Yo me drogo al ser follada.

Si una mujer se acuesta con un hombre y sueña con un felices por siempre está loca. El sexo no es amor y el amor no es el sexo. El amor es una emoción, mientras que el sexo es un acto. Ambos combinados podrían resultar catastróficos y según he oído podían ser shangri la (1).

El amor es un estado mental. Una vez estuve enamorada; o eso creí… después de terminar con Jacob por razones que luego discutiré, me di cuenta que con el tiempo, el amor que sentía por él se tornó el odio, entendimiento, aprobación, perdón, y eventualmente en una amistad.

Cuando una mujer se dedica a tener aventuras de una noche, su contraparte la etiqueta de zorra, mientras que su propio género la caracteriza como puta.

¡NO ES JUSTO!

Odio la doble moral.

Así que en un Miércoles por la noche después de estar en un vuelo por no tengo una puta idea cuántas horas. Me registré en mi habitación de hotel y tomé un taxi, -A cualquier parte donde pueda conseguir un trago y encontrar un hombre lo decentemente atractivo para coger- dije.

El taxista se giró a mirarme como si hubiera escuchado mal. Era lo suficientemente viejo como para ser mi abuelo pero me sonrió y yo le sonreí de vuelta.

-¡Si señora!- Dijo regresando a su posición y observándome a través del espejo retrovisor.

Gracias a Dios sabía en qué año nos encontrábamos… 2009 bastardos sexistas…

El recorrido no fue muy largo. Me asomé para ver el taxímetro y le pasé mi dinero.

-Gracias abuelito…-

Alcé la vista hasta hacia las luces y el letrero de neón decía “Eclipse” en blanco empolvado. Nombre pegajoso… dije pensando.

Al entrar al club observé a todos los hombres del lugar. Podría señalarlos sólo por la manera en que lucen y se manejan. Chicos lindos… chauvinistas… tiranos… hombres alfa… marimachos… masculinos… femeninos… caballeros… cuates… cerdos… infieles… cabezas huecas… ¡y entonces encontré un reto!

Él tenía Jode-me ojos verdes, Jode-me cabello despeinado, Jode-me mandíbula, Jode-me cuerpo, y oh si… me lo jodí.

Y luego… ¡NO ME JODAS!

Cuando iba en camino a escapar de las garras de Edward alias: quiero acurrucarme contigo nena… fuera de su cuarto ¡entra por la puerta principal ningún otro más que mi hermano Emmett y mi prácticamente también hermano mayor Jasper Hale!

Primero vino la sonrisa… y luego vino el ceño fruncido. Primero felices de verme y luego decepcionados. Dándose cuenta que yo, su hermana pequeña acababa de estar con su amigo.

Jasper, -¿Cómo estás cielo?– dijo caminando hacia mi y sosteniéndome con esos andares tan relajados típicos de él.

Te he echado de menos Jazz – le dije abrazándolo con fuerza – Yo no sabia – le susurré. El negó con la cabeza y entrecerró sus ojos, en un intento por restarle importancia.

-¿Bella? Esta es la casa de Edward… - Dijo Emmet dirigiéndose a Jasper – Nuestro amigo Edward, del que siempre hemos hablado… - dijo pero luego agito su mano y vino a darme un abrazo también.

-Yo no sabía… no le pregunté su apellido… no va a ser incómodo… ¿de acuerdo? Lo prometo– les dije cuando nos sentamos.

-Demasiado tarde para eso– dijo Jasper sonriendo

Y luego todos comenzamos a reír. Si eso no despertó a Edward, no sabría que lo haría. Emmett era más escandaloso que una hiena en celo.

 -Me voy… – dije rápidamente

-¡No! – dijo Emmett – Vas a tener que hacer frente a esto. Ambos asistirán a mi maldita boda. Voy a despertar su culo – exclamó, pero luego escuchamos la ducha...

Jasper- Anda vamos a jugar, ¿Bella…? ¿Tienes dinero con que apostar nena? – me preguntó.

Los seguí a una mesa redonda que se encontraba cerca de la sala principal del departamento, - lo hago… incluso tengo  algunas notas post-it  con TD (Te debo) ya que para el momento en que termine… ustedes estarán hundidos…- me burlé.

Entonces jugaríamos Póker.

…Jueves… 11:35 am.

Corrí a mi habitación de hotel. Después de tomar una ducha rápida, sequé mi cabello hasta dejarlo bien lacio, me puse un par de pantalones cortos blancos y una blusa de tirantes color rosa pálido; Seattle en verano era abrasador… Dentro de la habitación miré el reloj despertador que estaba a un lado de mi cama y me di cuenta que era pasado del mediodía y Rosalie, mi extraordinaria-MA, no me había llamado todavía. Entonces, llegué a la conclusión de que Emmett no le dijo que me vio ayer por la noche… Ah sí, en casa de Edward.

Edward Masen, el tipo que ella me dijo ha follado más que yo y que no se me permitía tocar, porque ella patearía mi trasero si lo hiciera. Claro, teniendo en cuenta si no moría antes debido a una enfermedad de transmisión sexual adquirida por cierta polla ¡antes de que ella me alcanzara!

¡Carajo!

Yo estaba protegida... Yo estaba protegida...

Seguí recitando, pero mierda si no estaba un poco asustada.

Revisé mis labios en el espejo y todo estaba bien.

-¡Ya era maldita hora que llamaras Bella! Emmett dijo que llegaste ayer, ¿por qué coño soy la última persona que llamas?- Escuché decir a Rose a través del teléfono.

-¡Te quiero! ¡Te extraño! ¡Y mierda No puedo esperar a verte nena! ¿Quieres que yo vaya o nos vemos en algún lugar? – Le pregunté.

-¡Carajo Bella, no me hables bonito! ¡Después de darte un beso y un abrazo, voy a patear tu culo!- me dijo.

-Me parece bien, sabes que me gusta rrrudo...- ladré. - Una buena nalgada nunca le ha hecho mal a nadie... De hecho recibí unas ayer por la noche.

-¿Ayer por la noche? ¿Aquí en Seattle o a bordo del avión? ¡Eres una zorra! ¡Quiero detalles, pero que sea en persona! Nos vemos… en la cafetería Cherry Street que está entre la 1ra. y Clay, llego ahí en treinta minutos. - Bueno, supongo que ella no sabía quién me dio las nalgadas anoche... aún.

Divisé su BMW rojo y en mi prisa por verla corrí hacia ella cuando el coche se detuvo. Tenía  casi un año que no la veía y era el mayor tiempo que hemos estado separadas. Ambas teníamos tan sólo diez años cuando nos conocimos y nos acoplamos al instante. Al ser nuevo en un pequeño pueblo, nos convertimos en nuestra otra mitad. Nuestros hermanos se volvieron hermanos y nosotras nos volvimos hermanas sólo para ser separadas cuando tuvimos que enfrentar al mundo real. Sin embargo nuestro vínculo era demasiado fuerte como para ser roto y olvidado. Cuando yo no podía, ella venía a verme en Boston, siempre nos hacíamos tiempo para estar juntas.

Abrí la puerta de su auto y ella saltó de el con lágrimas en los ojos. Estuvimos abrazadas probablemente por un largo periodo de tiempo, pero es natural para nosotras, cada una era el soporte de la otra.

- Las mujeres que llegan a la oficina de tu ginecólogo deben odiarte, estás de cuánto... 16 semanas y aun no se te nota... -  La halagué, excepto que era la maldita verdad.

- ¿y qué pasa con el resplandor ... Todo el mundo me dice que tengo un resplandor...- dijo.

-Sí... lo tienes... oh espera... no, ¡ese es el maldito sol que reflejan tus lentes! -  me burlé.

- ¡Perra! Vamos, antes de que nos derritamos con este puto sol. Te invitaré un café para que puedas despertar tu culo y me des mejores cumplidos!-  dijo deslizando su mano en mi brazo y empujándome hacia delante.

Nuestro camarero Seth era muy amable y atento, me recordó a Emmett cuando era joven, pero odiaba el hecho de que luego que lo descubría mirando mis tetas, éste se avergonzaba. Decidí ayudarlo. - Seth...- Comencé.

-Aquí vamos de nuevo...- dijo Rosalie rodando los ojos.

-¿Qué?- Le pregunté.

-Siempre haces esto... deja en paz al pobre chico Bella...- dijo.

-¿Qué...? le estoy ayudando ...- dije y me dirigí a Seth una vez más, - Escucha mi amor, no me ofende que estés mirando mis tetas. Sé que son hermosas y no es que yo sea arrogante, pero las han felicitado antes…- Me reí porque después de escuchar la palabra 'tetas'  su piel oscura perdido todo el color. – Si... ósea, si te gustan las tetas y te hacen feliz… cuando las chicas te pillen otra vez mirando sus exquisitas te- tas... sonríe... demuestra seguridad. La mayoría de las chicas, incluso si se sienten ofendidas por esto, no sabrán qué decir si tú sonríes. Pero si luces todo incómodo y avergonzado entonces tendrán munición para patear tu culo... ¿Sabes a lo que me refiero...?-

Él asintió con la cabeza: - Gracias...- dijo sonriéndome y sentí como si hubiera salvado al mundo.

Tan pronto como se fue con nuestro pedido ella preguntó: - Entonces...  has dicho que te dieron unas nalgadas... Esto no sucede a menudo... ¿cierto...? Él debió haber sido ¿bueno y seguro de sí mismo? - dijo.

-Umm Humm... mucho...-

- ¡Detalles mujer! Vas a hacerme rogar...- dejó escapar un largo suspiro, junto con una confesión: -Tu hermano tiene esta idea de que el bebé puede ver su polla, así que no hemos...-

La interrumpí, - ¿Estás bromeando? Ese maldito pendejo-.

Rosalie comenzó a reír: - Espera...- dijo tratando de encontrar las palabras entre risas - le dije lo estúpido que era y que si él no me da, mi novio de plástico lo haría.- continuó riéndose –así que le di un ultimátum, si él preferiría que su hijo vea su polla o un conejo (2) morado trepando por mi coño.-

-Esa no fue exactamente una buena manera de salirte con la tuya, de dibujos animados para niños y todo. Podrías haber perdido realmente el caso, si tan sólo mi hermano tuviera un poco de cerebro.- al parecer Rosalie y mi hermano eran dos manzanas caídas del mismo árbol…

-¡Cierra la maldita boca Bella! Ellos no pueden ver nada, ¡lo leí en un libro!- dijo.

Me reí porque yo no tenía ni una puta idea. - Lo siento...- dije encogiéndome de hombros.

"Uhhh, vas a hacer que siga insistiendo, no se hablara más de mí... Quiero detalles, el tamaño del pene, el nivel de resistencia, y las posiciones...- dijo, y entonces vi su resplandor. Solo que si lo hubiera mencionado se hubiese arrastrado sobre la mesa y procedido a patearme hasta morir.

-Así que Mr. Big o Hung... Dios me encanta HBO... Resultó ser Edward Masen.- Dije como si nada.

Finalmente tuve que mirarla porque ni siquiera podía escuchar su respiración, así de silenciosa estaba. - Di algo...- Le dije. - Uhhh... Me siento como Ricitos de oro después de encontrar aquella que eera la adecuada!- Le dije tratando de hacer una broma.

- Bellahhhh...-

-¿Qué?-

- Yo sé que él es tremendamente apuesto, pero también es oh-tan inalcanzable...- dijo.

- Lo único que quiero alcanzar... Es su polla... Y la tuve... Varias veces...-

En ese momento Seth decidió aparecerse con mi Frappé Expresso Macchiato con caramelo y el Frappé sin azúcar de jarábe y leche para Rosalie.

-Enseguida les traigo sus embutidos...- dijo Seth con una sonrisa mientras se alejaba.

Rose seguía sumida en un silencio incómodo. - Así que... Ummm... Esto te encantará... Mientras huía después de la cogida más alucinante del siglo entran tu hermano y mi hermano...-

Me eché a reír y revisé mi ropa, porque si ella no hubiera sido lo suficientemente rápida me habría empapado. Ella se había llevado las dos manos hacia su boca y vi restos de café derramarse entre sus nudillos apretados. Me levanté para tomar unas servilletas extras para ella.

Después de limpiarse junto con la mesa, se echó a reír otra vez. -¡Oh... Dios… Mío! ¡Bella!-

-Sí, era tan jodidamente bueno que incluso tuvimos una tercera ronda de sexo caliente en la mañana... Eso no me había sucedido en mucho tiempo...-

Y ella me interrumpió estilo Rosalie, -¡Espera un momento hermana! ¿Te quedaste a dormir...? ¿Él te llevó a su casa...? ¿Y pasaste la noche ahí...?-

Asentí con la cabeza y agité mi mano, -Al parecer, fui muy convincente...- le dije, no quería decirle que le entregué mis bragas a un completo extraño delante de un bar, ella me habría estrangulado hasta que perdiera la conciencia para luego enviarme a un manicomio.

-Funciona en ambos sentidos ¿cierto...? Nunca te quedas a pasar la noche... Entonces, ¿qué te hizo cambiar de opinión? - me preguntó.

-Su sonrisa deslumbrante y seductora, y oh sí, ya he dicho ¡el sexo caliente!-

-¿Cómo es posible que puedas encontrar seductora su sonrisa torcida? Me recuerda a una comadreja... ahora la sonrisa de Emmett... Eso sí es una maldita sonrisa, hoyuelos y todo.-dijo.

-Bueno, honestamente, no era la única cosa que estaba torcida... Su...- Tosí humildemente aclarando mi garganta, -bien dotado pene tenia una curva que golpeaba mi lugar feliz una y otra vez... mierda nunca me había venido tantas veces en tan poco tiempo en mi vida...- dije recordando el pasado.

-Oh, Dios mío Bella, ¿cuán bueno fue?- Rosy preguntó.

- Bueno... no traía una regla conmigo...- dije con una sonrisa. Por supuesto para este momento ella estaba apoyada frente a mi lo mas cerca posible, - Pero el hombre sin duda está bien dotado... ¡Y era más gruesa que la longitud de mi dedo meñique!- le dije meneando dicho dedo.

Risitas incontrolables prosiguieron a esto y entonces apareció Alice: - ¿Qué me perdí?-

Había conocido a Alice sólo una vez en una de mis visitas. Yo sabía que ella y Rose se habían vuelto muy cercanas en los últimos tres años, en especial luego de que ella y Jasper se volvieron pareja. Me quedé observándola y me alegré de que Jasper haya encontrado alguien agradable y lo suficientemente alegre como para sacarlo de su silenciosa zona de confort.

Rose alzó la vista y me vio saltar de mi asiento para saludar a la chica con aspecto de duendecillo, pelos en todas direcciones pero que estaba muy bien vestida. Ella y yo hablamos a menudo por teléfono, siempre quería saber cómo me encontraba. Al principio pensé que sólo estaba siendo amable, pero luego llegué a la conclusión de que ella se dio cuenta que a pesar de que estaba a kilómetros de distancia, no importaba porque yo era de la familia.

-Aquí Bella que conoció a alguien la noche anterior...- ella comenzó.

Mierda... Edward… el hermano… esto iba a ser incómodo…

-¿En serio?- dijo sonando indignada.

-¡Sip!- dijo Rosalie y se volvió hacia mí: - Pero ¿por qué no le cuentas Bella..?.-

Levanté una ceja, manteniéndome firme. No me iba a dejar intimidar por ella.

Me volví hacia Alice, quien se encontraba sentada al lado de Rosalie frente a mí. -Conocí a Edward ayer por la noche...-

Esto hizo que Alice prácticamente saltara de su silla como si acabara de descubrir que había tachuelas o clavos en ella, -¿Dónde...? ¿Eclipse...?-

Miré a Rose de nuevo sin entender por qué ella estaba siendo tan hostil de repente. Había aprendido de Rose que a veces podía ser intensa, pero esta mierda rayaba en lo esquizofrénico.

Asentí con la cabeza hacia ella, -Siiiii…iiiiiiii...-

-¡Eso es perfecto!- dijo emocionada, -¿Y ustedes bailaron chicos...? ¿Juntos me refiero...?-

Asentí con la cabeza, ni siquiera escuché la pregunta en mi confusión, sus emociones cambiaron de forma drástica de indiferentes a hostiles, alegres, y ahora perplejos... Debido a qué demonios tenía que estar tan nerviosa… -Sí...- dije y entonces los recuerdos de la noche anterior se desarrollaron frente a mí como en una película, no bailamos exactamente, me dije a mí misma... -Primero hicimos el BOP...- Fruncí mis labios como un pez y procedí a balancear mi cabeza hacia adelante y hacia atrás mientras me movía de lado a lado de manera rítmica. Fije mi vista en Rosalie que me estaba mirando y vi el momento en que ella comprendió lo que aquella danza era realmente. Una mamada. Le guiñé un ojo en aprobación de su conjetura y llevé el puño cerrado a mi boca dos veces cuando me di cuenta que Alice bajaba la vista hacia su bolso por un momento, -Entonces...- le dije llamando su atención hacia mí: - Hicimos la vaquera...-

-¿Quieres decir música country...? Yo no sabía que ponían música country...- dijo interrogante.

Rosalie agregó, - Sí... sí. Lo hacen...- comenzó con una gran sonrisa falsa -el miércoles es de perreo... si señor, muchas perras…

No me digas mi Rosy...

Ahora Alice se quedó pensativa, -jumm... es bueno saberlo. Tal vez me pase por allí y me lleve a Jasper conmigo... le encantan todas esas cosas de Country-

-Espera se me olvidaba, antes de la barra vaquera Country hubo un poco de Foxtrot... (3)- dije mirando a Rose para ver si también lo había captado.

- ¿Te refieres a...- comenzó con el ceño fruncido en gesto pensativo, -aquella... donde tú eres el zorro... Y él tiene que encontrar tu… m-a-d-r-i-g-u-e-r-a…?- terminó asintiendo con la cabeza en señal de pregunta.

-¡A esa misma me refiero! Y...- Continué: - Luego hicimos la joroba... seguida por otra de Foxtrot, te digo, uno nunca tiene suficiente Foxtrot déjame decirte. Digo, me deja exhausta, pero carajo si no me encanta el Foxtrot. Y finalmente, cerramos el club con algo de hip-hop y lo hicimos a lo perrito... toda… la maldita… noche…-

Alice nos miraba a Rosalie y a mí, y me eché a reír cuando la comprensión cayó sobre ella y lucía como entumecida.

Rosalie pasó un brazo sobre sus hombros en un gesto de consuelo, -Tranquila Alice…- le dijo.

Alice sólo sacudió su cabeza: - Se supone que ellos debían conocerse con la canción Summer Love de JT en tu boda... Se suponía que debían bailarla... enamorarse... Y...-

-¡Espérame un poco! ¿QUÉ?- Le pregunté exasperada.

-Todo este tiempo Rosy... He estado haciendo hasta lo imposible para que ellos no se conocieran antes del sábado... Ahora todo se fue por el caño... Se supone que esto no debía ocurrir...- Alice continuó.

Miré a Rose, quien negaba con la cabeza y tenía un dedo sobre sus labios pidiendo que me mantuviera en silencio.

Rose: -Alice es un poco intuitiva... Ella es una especie de... vidente...-

Quería carcajearme de la risa, pero lo desestimé rápidamente al ver sus rostros, se encontraban en algún tipo de meditación. Apoyándose la una en la otra y balanceándose de lado a lado.

-Alice...- la llamé.

-No te preocupes Bella... tú no hiciste nada malo... Estoy segura de que todo se solucionará...- dijo con una pequeña sonrisa.

-Qué se solucionará Alice?-

-Mi epifanía tontita... Edward y tú están destinados... Lo supe en el momento en que vi una foto tuya-.

Miré a Rose, quien se encogió de hombros en gesto de derrota... ella no iba a discutir con ninguna de nosotras.

¿Quién coño dijo epifanía…?

Fin del Capítulo.

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Shangri la: Entre los antiguos mitos budistas figura un paraíso perdido, conocido como Chang Shambhala, la fuente de la sabiduría eterna donde vivían seres inmortales en armonía perfecta con la naturaleza y el universo. O tu propio concepto de paraíso en este caso. Para más información puedes entrar a: www (dot) Espinoso (dot) org / biblioteca / shangrilashamballa (dot) htm.

Conejo: o Rabbit: Es el vibrador conejo más popular del mundo. El Jack Rabbit ha sido incluso la estrella en la serie televisada americana 'Sex en the' city '' de HBO. Muy potente con una palanca adjunta para más de control sobre la potencia y las funciones. Este vibrador es conocido en de todo el mundo y ha demostrado su validez. Existe en varios colores y presentaciones.

Foxtrot: El foxtrot o fox-trot es un popular baile estadounidense, que nace en 1912 con las primeras orquestas de jazz. Su nombre significa, literalmente, «trote del zorro» y alude a las primitivas danzas negras que imitaban pasos de animales y en las que se inspiraron los primeros bailarines de foxtrot.

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Bueno espero que se enganchen con el Fic y dejen comentarios 

Besos hasta el próximo capitulo.

Any.