Todos y todas hemos
leído y escuchado cuentos tales como Caperucita Roja, Blancanieves,
Cenicienta... Probablemente todos tengamos uno favorito entre todos
estos cuentos que consideramos tan inocentes e inofensivos. Se nos
antojan relatos con final feliz que fueron creados para entretener a los
niños y en los cuales, se podía vislumbrar alguna enseñanza velada,
pero ¿y si os dijera que estos cuentos, en su origen , no eran así de
"inocentes"? Y no, ahora no hablo de ningún tipo de leyenda urbana, sino
de la historia original de los cuentos de los hermanos Grimm y de
Charles Perrault. Historias en las que podemos observar, seguramente,
con horror, casos de antropofagia, asesinatos y mutilaciones...
Si queréis saber más, no dejéis de leer...
La Bella Durmiente
Como siempre, empecemos refrescando la memoria hablando de ese cuento que a todos nos han contado y que,pertenece al cuento nº 50 de la colección de cuentos de los hermanos Grimm:
Un rey y su reina, por mucho que lo intentasen, no lograban tener un
hijo. Pero un día, cuando se bañaba la reina en un estanque, una rana le
anuncio su embarazo.
Pasados los nueve meses, dio a luz a una hermosa niña a cuyo bautizo
quisieron invitar a las trece hadas de la corte, sin embargo, estas solo
podían comer en platos de oro, y solo tenían doce, así que decidieron
solo invitar a doce de las hadas.
El día de la fiesta llegó, y cada una de las doce hadas invitadas le
concedió un don a la princesa; tales como: belleza, bondad,
inteligencia, etc. Cuando ya iban por la decimoprimera hada, apareció
aquella a la que no habían invitado, y furiosa por esto, lanzó una
maldición, la cual presagiaba que cuando la princesa cumpliera quince
años se pincharía con un huso de hilar, y moriría. Pero cuando ésta se
había ido, la decimosegunda hada, que todavía no había proclamado su
don, cambio la maldición, diciendo que en vez de morir, solo dormirían
ella, y todos los habitantes del palacio, por un espacio de cien años.
El rey, con intención de que no se cumpliera la maldición, ordenó que
todos los husos y todas las ruecas fuesen quemados. Al cumplir los
quince años, estaba la princesa paseando por el palacio. Y cuando
encontró una vieja torre que no había visto antes, subió por esta, hasta
llegar a una habitación, donde había una señora hilando en una rueca.
La princesa le pidió intentarlo, y cuando sostuvo el huso, el hechizo se
realizó. Todos los habitantes en el palacio quedaron dormidos, incluso
los reyes. Y casi al instante, el palacio se vio cubierto por una red de
espinos, para que así no se pudiera perturbar a los durmientes.
Pasados los cien años, un príncipe, que había acabado de escuchar la
leyenda de la princesa durmiente, se dirigió al castillo con intención
de despertarla. Y cuando se acercó, los espinos se fueron apartando para
darle paso. Cuando llegó al castillo, se dirigió a la habitación de la
princesa, y cautivado por su belleza, la besó. Al instante, todos los
habitantes del palacio despertaron y celebraron. Días después, el
príncipe y la princesa se casaron, y vivieron felices para siempre.
Bonito final en el que un príncipe libra a nuestra Bella Durmiente de su maldición...pero quizás este príncipe no fuera tan bondadoso como nos pensamos ni el sueño de nuestra protagonista tan plácido como imaginábamos....
"La Bella Durmiente" surge de un relato escrito en 1636 por Giambattista Basile titulado "Talía el Sol y la Luna", relato que por supuesto, no iba dirigido a los niños y del que no creo que pueda sacarse enseñanza alguna.
Es un cuento bastante sórdido y rocambolesco, pero aquí os lo dejo para que opinéis vosotros/as mismos/as:
La princesa Talía corre el riesgo de pincharse con una tortuga
envenenada oculta entre lino, según advierten sabios y astrólogos. El
rey decide prohibir la entrada de lino a palacio y esto evita que la
princesa sufra ningún percance hasta que, siendo adolescente, encuentra
una rueca para hilar lino y se clava una astilla bajo la uña, cayendo
muerta.
El rey, afligido por la pérdida e incapaz de enterrarla, deposita el
cadáver de su hija sobre una tela de terciopelo, cierra el palacio y lo
abandona. Un noble que suele cazar en el bosque sigue a su halcón, que
le lleva al palacio abandonado, donde halla a la princesa. Enseguida
queda prendado por su belleza y, no contento con besarla, tras intentar
despertarla, mantiene relaciones sexuales con ella.
Nueve meses después la princesa Talía, aún durmiente, da a luz a dos
gemelos, un niño y una niña cuyos nombres son Sol y Luna. Los niños son
cuidados por las hadas, que acompañan a la princesa mientras duerme. Un
día el niño trata infructuosamente de cogerse al pecho de su madre,
encontrando finalmente su dedo. Empieza a chuparlo y logra, casualmente,
extraer de su piel la astilla envenenada. En ese preciso momento Talía
recupera el conocimiento.
Pasa el tiempo y el noble, recordando los “buenos momentos” vividos
con la muchacha durmiente decide acudir de nuevo a palacio. Para su
sorpresa, la princesa está despierta y además no está sola, sino que la
acompañan sus dos criaturas. El noble se da cuenta de que son sus hijos y
así se lo explica a Talía, que lejos de enfadarse decide iniciar una
relación con él. La pareja pasa una semana de romance y entonces el
noble se marcha, sin mencionar que el motivo de ello es el obligado
retorno con su esposa.
Entonces el noble menciona en sueños los nombre de Talía, Sol y Luna y
con ello la esposa del noble se entera de todo, conociendo así la
existencia del palacio, de la princesa que en él vive y de los hijos
bastardos de su marido. Enfadada hasta más no poder, hace secuestrar a
Sol y Luna, que acaba entregando al cocinero, dando la orden de
degollarlos y de hacer con su carne un sabroso plato. La esposa decide
quemar viva en la hoguera a Talía, también capturada. En el momento de
llegar a la hoguera, Talía solicita poder quitarse primero sus prendas
más delicadas, a lo que la mujer accede. Con cada prenda que se quita
emite un grito de dolor. Sonidos que el noble acaba oyendo. La esposa le
explica a su marido que Talía ha sido quemada en la hoguera y que,
durante la comida, “¡te has comido lo que es tuyo!”, es decir, a sus
hijos. En ese instante el noble ordena que su esposa, el secretario y el
cocinero sean quemados también en la hoguera.
Sin embargo, Talía no llega a quemarse y el cocinero le explica que
no ha sido capaz de hacer daño a los niños y que los ha sustituido por
carne de cabra.
El noble y la princesa Talía se casan y el cocinero recibe el título de tesorero real.
Nada de besos mágicos que deshacen maleficios, nada de un amor que parece curarlo todo, aquí nuestra Bella Durmiente es violada y después se enamora de su violador (¿?)
Aquí la esposa del rey trata de matar a sus niños en venganza y acaba siendo ella la que muere.
Las únicas similutudes que hay entre el relato original y el "edulcorado" es que la protagonista acaba siendo víctima de una maldición y que, en ninguno de los dos es lo suficientemente sensata como para tener cuidado con las agujas.
Después de leer en varias páginas sobre este cuento no he sido capaz de entender que tiene de especial este cuento para haber perdurado a través de los años ni tampoco he sabido extraer ningún tipo de enseñanza en él; ni en el de los hermanos Grimm ni en en el G. Basile.
Aunque eso sí, ha sido uno de los cuentos, cuyo verdadero origen, más me ha impactado.
By Chari
me encanto el relato es mas para adultos jejeje ; )
ResponderEliminarMe encanta esta sección!! Es genial :D
ResponderEliminarAme el cuento , está mucho mejor que la versión edulcorada de disney . Genial la sección , estoy deseando que salgan mas de estos cuentos .Besitos :))
ResponderEliminarGracias chicas!! Me alegro de que esta sección esté gustando tanto y sí, ya tengo más cuentos preparados y otras cositas similares, espero que os gusten!
ResponderEliminarBesos ^^
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarHola Chari por estos relatos son geniales gracias por darnos a conocer los relatos originales, estoy deseando leer más gracias por todo, me encanta el blog besotes
ResponderEliminarGracias Chari por darnos a conocer los verdaderos cuentos. Realmente no me imaginé que el original tuviera un principio tan similar a la versión de Anne Rice.
ResponderEliminarEspero con ansias el resto de las entregas.
;D Como me encanta tu blog c:
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